La situación en Ecuador tras el estado de "conflicto armado”

16 días son exactamente desde que el pasado 9 de enero el gobierno de Ecuador declarara estado de "conflicto armado” contra bandas del narcotráfico que incluye la intervención de las fuerzas armadas y de seguridad, luego de que "Fito" Macias, jefe de "Los Choneros" -una de las organizaciones criminales más poderosas del país se diera a la fuga.

Al respecto, Fernanda Capadona, santacruceña que se encuentra vacacionando en el país sudamericano, dialogó con TiempoSur acerca de la situación que se vive en el lugar y como la población local piensa respecto a la situación que viven de manera cotidiana. “La opinión generalizada de la gente allí en el lugar es que se encuentra cansados de lo que es la presión de los narcos. Por ejemplo, sos un micro emprendedor, queres colocar un puesto de venta y los narcos te cobran lo que se lo conoce allí como “vacuna” que es una coima para darte seguridad, protección de otras pandillas y mantener tu puesto en el lugar”.

“Las personas están cansados de vivir bajo la presión de ellos. También poseen una visión muy cercana es lo que sucede en El Salvador con lo que está haciendo actualmente el presidente (Nayib Bukele) poniendo mano de hierro con los grupos criminales”, manifestó.

Asimismo, Capadona contó una anécdota relacionada con las actividades que comenten estos grupos. “Una de las situaciones que me contaron fue que a un taxista que tenía un camión para realizar viajes, un día se le aparecieron un grupo de hombres en medio de la ruta perteneciente al crimen organizada y le secuestraron el vehículo. Horas más tarde, se comunicaban con el mediante llamada para pedirle un rescate por el mismo”.

“Algo que me asombro fue que la gran mayoría de los jefes narcos son muy jóvenes, aproximadamente a partir de los 20 años en adelante”, expresó. 

Por su parte, la santacruceña indicó que “el pueblo expresa que salga el ejército y que les devuelvan la paz porque los narcos le han quitado el derecho a desarrollar su vida de manera normal. Por otro lado, el crimen se encuentra concentrado en las cárceles en Guayaquil, por ende, el ejercito entro de manera fuerte a las cárceles”.

Por último, Fernanda comentó acerca de las amenazas por parte de estos grupos hacia la prensa local. “Tuve la oportunidad de conocer a un periodista allí que fue amenazado de muerte el y toda su familia el mismo día que asesinaron al fiscal por las publicaciones que llevaba adelante”.