Con el Miércoles de Ceniza la Iglesia inició el periodo de Cuaresma
Este miércoles 22 de febrero se conmemoró el “Miércoles de Ceniza”, la festividad que marca el inicio de la Cuaresma para los fieles de la Iglesia Católica y el cristianismo. Con celebraciones en todas las parroquias de la ciudad, se dio inicio al proceso litúrgico se compone de 40 días de oración, ayuno y penitencia que culminan el Domingo de Ramos, con el comienzo de Semana Santa.
Sobre el tema, Obispo de la diócesis de Santa Cruz y Tierra del Fuego, Jorge García Cuerva, dialogó con Tiempo de Verano, que se emite por Tiempo FM 97.5. Explicó que “el inicio de los cuarenta días en los que la Iglesia propone que nos vayamos preparando para el encuentro con el amor de Dios. La Semana Santa es hacer presente la entrega de Jesús en la cruz, quien lo hizo por amor. Es prepararse para eso y descubrirlo. Es como ir corriendo a los brazos de papá”, dijo.
“El signo de recibir la ceniza -que se hace quemando los ramos del año anterior- nos lleva al significado de la humildad, de descubrir la necesidad que tenemos de Dios,. Somos criaturas y somos ceniza, algo pequeño que fuimos creado por el amor de Dios. Es tomar conciencia de nuestra fragilidad”, explicó el Obispo.
“En esta época, planteamos tres propuestas: ayuno, oración y limosna. Cada uno de estos dones intenta ponernos en comunión. Con la oración, hablamos con Dios a nuestra manera, establecemos ese vínculo con Él. El ayuno nos propone privarnos no de la comida, porque hay muchos que lo hacen todos los días por la situación económica o por la crisis social, sino de los prejuicios, de los comentarios hirientes, de la intolerancia o discriminación. Es controlar las cosas que hacemos mal. Por último, la limosna: descubrir que tenemos que reivindicar el valor de la solidaridad”, explicó.
En cuanto a la abstinencia de carne, dijo que se propone dos días: el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. Esto surge en la antigüedad al evitar alguna comida de lujo, en ese momento la carne vacuna. Significa abstenerse de los lujos, ahorrar algo caro para ser solidarios. Desgraciadamente se ha desvirtuado, quizás no comemos carne pero nos comemos una terrible cazuela o compramos pescado carísimo como el salmón. La idea era privarme de algo lujoso”, añadió.