Después de tres temporadas volvió a nacer un Macá Tobiano
Es el ave emblema de Santa Cruz y está en peligro de extinción. Pasaron cuatro años desde la última vez que el Macá Tobiano se reprodujo exitosamente y crió pichones. “Son noticias alentadoras. Es un esfuerzo muy grande que se hace para tratar de proteger la especie”, celebró Germán Montero, integrante del proyecto Macá Tobiano, a TiempoSur.
El Macá Tobiano es una especie de ave autóctona de la Patagonia que fue descubierta en 1974 en la provincia de Santa Cruz. Para 1980 se estimaba que su población ascendía a 5000 ejemplares, mientras que en 2009 se estimaban 700 y en 2015 se estimaba la existencia de 500.? En 2018 se cree que hay una leve mejoría alcanzando los 1000 ejemplares, y logrando el sostenimiento hacia estos años, pero con la preocupación latente entorno a la falta de reproducción. De esto la importancia del nacimiento informado en las últimas horas.
El Proyecto Macá Tobiano, conformado por las ONGs Aves Argentinas y Ambiente Sur, recorre las mesetas de Santa Cruz para proteger a esta especie endémica de la Patagonia, que se encuentra en peligro crítico de extinción. En la última década, gracias al proyecto han logrado contener gran parte de las amenazas, pero las últimas campañas no habían sido las más auspiciosas: los fuertes vientos y la falta de crecimiento de la vinagrilla (la única planta acuática de las lagunas) hicieron imposible que los macaes construyeran sus nidos. Hacía cuatro años que ya no nacían pichones.
En este sentido, Germán Montero, director de la Asociación Ambiente Sur, habló con TiempoSur donde se expresó “muy contento” al mencionar que “tenemos noticias alentadoras”, es que “es importante para las organizaciones que llevamos a adelante el proyecto Macá Tobiano, como Ambiente Sur y Aves Argentinas, pero también par muchas asociaciones, empresas y la comunidad”.
“Son noticias alentadoras. Es un esfuerzo muy grande, tanto en verano e inverno, el que se hace para tratar de proteger la especie”, remarcó.
A modo de repaso, comentó que “a lo largo del tiempo se logró decreten la declinación poblacional que venía sufriendo el Macá, y empezar a recuperar la especie, pero en las últimas tres temporadas, por diversos efectos relacionados al cambio de condiciones en las lagunas, no había éxito reproductivo. Esperemos que estas noticias se empiecen a replicar a lo largo de donde están los nidos para tener un año normal de reproducción y se continúe con la recuperación”.
Encontrar las lagunas que el Macá elige para reproducirse cada año no es tarea fácil: solo en la meseta del Strobel hay más de mil lagunas para buscarlos. Por eso, ya antes de que los macaes empiecen a construir sus nidos, el equipo está recorriendo las huellas de los campos para encontrarlos, identificando las lagunas con los niveles más altos de agua, con vinagrilla a punto de florecer y con gran presencia de tobianos. Desde los campamentos, los Guardianes de Colonia recorren y monitorean unas 30 lagunas y envían mensajes casi telegráficos a la Estación Biológica Juan Mazar Barnett, con las novedades:
La Estación Biológica Juan Mazar Barnett es la base de operaciones logísticas de todo el trabajo de campo que realiza el equipo para salvar al Macá Tobiano de la extinción. Allí se encuentran biólogos, veterinarios, técnicos y técnicas, comunicadores, fotógrafos, voluntarios que esperan ansiosos estos mensajes de las lagunas e interpretan de inmediato: saben que las noticias son buenas. Pero es mucho el trabajo que el equipo realizó durante el año y no sería la primera vez que una fuerte tormenta de viento destruye los nidos, por lo que el equipo recibe estas noticias con cautela, casi temeroso de esperanzarse por demás.
En este sentido, Montero también manifestó buenas expectativas con relación a lo que podría pasar en los próximos días con nuevos nidos.