Día Mundial del Cerebro
El cerebro o "materia gris", como se le conoce comúnmente, es uno de los órganos vitales de nuestro cuerpo. Controla las actividades cognitivas (pensar, abstraer, leer) y reacciones del organismo (acciones y funciones corporales en respuesta a estímulos sensoriales).
La Federación Mundial de Neurología (WFN por sus siglas en inglés) elevó su voz para proclamar el Día Mundial del Cerebro, para celebrar el 22 de julio, promoviendo de esta manera la necesidad de crear conciencia sobre su potencial, riesgos y enfermedades.
Sus particularidades son: consume un 20% de la energía y oxígeno que consume el organismo; en una partícula casi microscópica se pueden localizar alrededor de 100.000 neuronas; representa el 2% del peso corporal; está conformado por un 73% de agua; transporta la información a una velocidad de 268 millas por hora. Más rápido que un vehículo de Fórmula 1.
La funcionalidad del lado izquierdo del cerebro está asociada con el análisis, lógica, matemáticas, lenguaje y secuencia. Mientras que el lado derecho desarrolla la creatividad, la intuición, los sentimientos, la imaginación y las artes.
Enfermedades más comunes del cerebro
Se estima que un 13% de las causas de enfermedades a nivel mundial están vinculadas con enfermedades neurológicas y trastornos mentales.
Los problemas de salud causados por estas enfermedades son generalmente subestimados y es por ello que se debe promover los cuidados preventivos del cerebro en la población, generando conciencia sobre estas enfermedades "silenciosas", al pasar desapercibidas. Nombramos algunas de las más comunes: Migraña; Accidente cerebrovascular; Enfermedades neurodegenerativas ( entre ellas destacan el Alzheimer, Mal de Parkinson, la Esclerosis Múltiple, enfermedad de Hungtinton); Trastornos mentales; Enfermedades infecciosas; Enfermedades congénitas.
A pesar de haber aumentado los niveles de expectativas de vida del ser humano en las últimas décadas, debemos mantener nuestro cerebro saludable en la etapa de la vejez. Es muy importante el consumo de nutrientes (aminoácidos esenciales, vitaminas y minerales), para optimizar la función cognitiva en esa etapa de vida.
El cerebro es nuestro centro de procesamiento de datos. Requiere de cuidados preventivos para garantizar su óptimo funcionamiento en la edad adulta y en la vejez.