Felipe recibió a TiempoSur en su casa
El pequeño de seis años logró vencer al cáncer y ahora volvió a Río Gallegos para reencontrarse con sus afectos. Su familia nos recibió y contó todos los detalles del emocionante proceso.
El 11 de febrero del año 2023, la vida de Felipe Ramírez Rao cambió para siempre: el pequeño, de tan solo seis años de edad, debió ser derivado de urgencia a la provincia de Buenos Aires para comenzar un tratamiento de quimioterapia y combatir un meduloblastoma que le fue diagnosticado. Felipe debió ser operado del cerebro para extraer el agresivo tumor. Sin embargo, la travesía no terminaba ahí. El pequeño debió continuar con tratamientos de quimioterapia y radioterapia.
Tras una ardua lucha, Felipe quedó libre de cáncer y ahora volvió a la ciudad de Río Gallegos para reencontrarse con sus afectos, sus amigos y todos sus juguetes, los cuales había dejado atrás por un año completo. TiempoSur se acercó a la casa del pequeño y habló con él y sus papás, Andrea y Elbio, quienes le contaron a este medio que arribaron a la capital santacruceña en el mediodía del jueves: “Estamos felices de estar acá en casa y reencontrarnos con todos. Sobre todo Feli, que es el que más se está adaptando ahora”, comentaron.
La lucha de Felipe contra el cáncer duró casi un año: “Nosotros llegamos a la provincia de Buenos Aires el 11 de febrero y volvimos a Río Gallegos el 8 de febrero. Fue un año duro y difícil, sobre todo para Felipe, que fue el que puso el cuerpo, pero terminó bien y logró terminar todo el tratamiento. Acá vamos a seguir con algunas cositas que han quedado y vamos a continuar con la rehabilitación, ya que producto de su tumor él quedó con una parálisis facial”, detalló su mamá Andrea.
Mientras llevaba adelante su tratamiento de quimioterapia, Felipe comenzó, en paralelo, su primer grado de la escuela: “Va a comenzar acá el cole, tuvo allá maestras a domicilio y acá va a arrancar segundo grado. Fue un año complicado y de tratamientos, pero lo pasamos en familia y con el apoyo de mucha gente de acá de Río Gallegos”, expresó Andrea.
El mensaje del “Dibu” Martínez
Felipe, cada vez que debía realizar un tratamiento de quimioterapia, utilizaba una camiseta del arquero de la Selección Argentina, el “Dibu” Martínez, porque decía que lo hacía “sentir más fuerte”. Luego de que se viralizara, a través de las redes sociales, una carta del pequeño destinada al arquero, Martínez la vio y escribió un emotivo mensaje para Felipe: “Sos un guerrero”, expresó a través de sus historias de Instagram. “En el mes de febrero, cuando la Selección jugó su primer partido amistoso después de haber salido campeones, Felipe ya había tenido la cirugía allá y quería escribirle una carta porque su idea era ir a la cancha y nos encontramos en esta situación. Justo terminando el tratamiento, se viralizó en las redes, salió y el día 24 de Navidad, llegó el mensaje del “Dibu”. Él, durante toda su etapa de la quimio tuvo su camiseta del “Dibu” y era lo que le daba fuerzas para seguir”, contó su mamá, quien también debió atravesar un tratamiento de cáncer de mama en años anteriores.
“Yo creo que, hoy en día, la palabra cáncer genera miedo, incertidumbre o es algo que todos piensan que no les va a tocar y se encuentran, de repente, con que no es tan así. El miedo siempre está, pero yo creo que todo cáncer diagnosticado a tiempo tiene un 80 % de probabilidades de cura, a diferencia de ser diagnosticado tarde. No hay que tenerle rechazo a esa palabra, yo creo que debería estar más aceptada”, reflexionó Andrea.
Tratamiento y gastos
Felipe fue derivado de urgencia en el mes de febrero del año 2023 e internado en el Hospital Italiano, del cual su madre destacó la gran hospitalidad y calidad humana por parte de todo el personal de sanidad. La familia del pequeño tenía miedo de volver a la provincia ante la falta de profesionales médicos y equipos especializados: “A nosotros nos daba un cierto miedo regresar, en cuanto a la salud. Con él, dadas las condiciones, tenemos que volver cada tres meses durante el primer año a controles. Porque oncología pediátrica no hay y neurocirugía infantil tampoco, que son todas especialidades que lo tienen que controlar”, indicó. Ahora, la familia de Felipe debe afrontar una serie de gastos para su rehabilitación, los cuales no son cubiertos por la obra social que poseen: “Nosotros estamos con un amparo con la obra social, que la tenemos todavía. La rehabilitación de Feli, desde el mes de abril, la venimos pagando nosotros de forma particular”, explicó su mamá.
“Existe una ley oncopediátrica que se implementó en el mes de mayo y él está registrado, es como el CUD (Certificado Único de Discapacidad). Pero en esta, tanto el Estado como la prepaga y la obra social tienen que hacerse cargo y cubrir el 100 % en cuanto a tratamientos y diagnósticos pediátricos oncológicos. Por parte de la obra social había medicación y cosas que no nos cubrían hasta que sacamos el CUD, y a partir de ahí, empezaron a cubrirlo. La obra social argumentaba que la rehabilitación la teníamos que hacer en instituciones que las hagan mediante el CUD. Llamamos a más de 20 centros y ninguno tenía lugar para atender y donde encontrábamos, eran pagos”, contó su mamá. El pequeño debía realizar tratamientos diariamente de fonoaudiología y kinesiología, los cuales tenían un costo de $ 18.000 por sesión.
Los padres de Felipe señalan que la obra social tampoco cubrió los viáticos ni las sesiones de psicooncología, pero afortunadamente, lograron llevar adelante las sesiones a través de una fundación.
Hoy, Felipe se encuentra completamente libre de cáncer. Una vez que arribó a la ciudad capital fue recibido por sus amigos, familiares y conocidos con carteles, globos y regalos, y espera ansioso poder continuar sus tratamientos y disfrutar de esta nueva oportunidad de vivir.