La familia que pretende unir Ushuaia con Alaska en un Chevrolet ´40 está en Río Gallegos
Se trata de Nahuel Rodríguez, Florencia Visconti y su hijo Carlitos, una familia de aventureros que partió desde Avellaneda, en busca de unir Ushuaia con Alaska en un Chevrolet Modelo 40, réplica del auto con el que Fangio ganó innumerables carreras. La familia ya llegó a esta capital y en diálogo con TiempoSur contó como el amor por la fotografía y el automovilismo los llevó a encarar esta travesía que ya lleva cuatro meses en la ruta. Los jóvenes han denominado esta aventura HASTALASKA40, y así se los puede seguir por redes sociales.
Nahuel Rodríguez es un joven “fierrero” de 32 años que, junto a su esposa, Florencia Visconti (foto documentalista) y el hijo de la pareja, Carlitos 4 años, comenzaron a realizar el sueño de sus vidas: unir Ushuaia con Alaska. Para ello, Nahuel preparó un Chevrolet 1940, una réplica del auto con el que Fangio ganó su primera carrera en el automovilismo argentino, una forma de homenajear aquella carrera, y al chueco de Balcarce.
Nahuel y su familia partieron desde Avellaneda, pero el Paseo Fangio, en Palermo, fue donde dieron el puntapié inicial de esta odisea.
Ya en esta capital, Nahuel relató al móvil de TiempoSur que “la idea del viaje nació cuando, esperando la llegada de Carlitos, Florencia le confesó que su sueño como foto documentalista era retratar las auroras boreales. Nahuel le propuso a Florencia viajar a Alaska para que realice su sueño, pero en un auto. Una idea que si bien pareció disparatada pudieron cumplir, o al menos, según ellos mismos dicen “lo estamos intentando”.
Los dos jóvenes no lo dudaron y dejaron todo atrás, sus trabajos, familiares, amigos, el hogar y decidieron emprender la aventura junto a su hijito, en un clásico de los años ´40 y una pequeña casita rodante.
Nahuel detalló que la travesía tiene dos desafíos, primero llegar hasta Ushuaia y luego desde ahí, subir por la Ruta 40 en el que será el otro desafío: llegar a Alaska.
La financiación del periplo lo harán vendiendo souvenir de sus aventuras o de las “changas” que la gente les vaya dando para seguir viaje.
“Mezclamos nuestras dos pasiones: la de Florencia por la fotografía y la mía por las carreras. Compramos un auto antiguo, lo arreglamos y nos lanzamos a la carretera”, resumió.
“Este auto lo había buscado toda mi vida; incluso lo moldeaba en plastilina cuando era niño. La idea era revivir la historia de Fangio, convirtiendo un automóvil original en una réplica de su legendario vehículo”, añadió.
“Como en su momento, el automovilismo une a los pueblos de Argentina y ha sido una verdadera revolución”, reflexionó.
Nahuel contó que “yo trabajaba en una empresa de informática, ganando un sueldo modesto. Como no tenía dinero para restaurar el auto, propuse trabajar medio tiempo, haciendo viajes en remis y pasando el día en el taller. Así me hice amigo del mecánico y del pintor, y poco a poco el proyecto fue tomando forma”.
Mencionó que “el auto tiene 84 años y, tras recorrer tantos kilómetros, ha sufrido varios contratiempos. Este desafío se ha hecho posible gracias a muchas personas que nos han ayudado en el camino”.
“Los viajes no son perfectos; no son vacaciones. Salimos sin trabajo y nos financiamos vendiendo gorras, fotografías y otros productos relacionados con el automovilismo. Durante el trayecto, se nos rompió el auto y nos enfermamos. Partimos el 16 de marzo y estuvimos cuatro meses en la ruta, financiándonos con la venta de merchandising y el apoyo de algunos patrocinadores”, sostuvo.
En Río Gallegos, expresaron su gratitud con la gente de “La guarida de Chevrolet”, que nos ayudó con la casita rodante que se filtraba agua y nos puso calefacción. Lo cierto es que llegaron hasta este punto, sin calefacción, y hubo tramos muy duros”.
Para cerrar, Nahuel valoró que “en el camino, conocimos a personas maravillosas; los planetas se alinearon para sumar kilómetros. El auto se convirtió en un abrepuertas, sacando sonrisas a todos los que nos encontraban. Cada charla comenzaba con una sonrisa, gracias al espíritu de Juan Manuel Fangio, que sigue despertando la pasión de los argentinos”.
Los interesados en seguirlos, pueden hacerlo a través de su Canal de YouTube o por redes sociales "HASTALASKA40"
La historia de la mítica cupé Chevrolet 1940 de Juan Manuel Fangio
Luego de su participación en el Gran Premio de 1939 y las Mil Millas de ese año con una cupé Chevrolet negra, Juan Manuel Fangio debió venderla para poder solventar algunas deudas que había contraído de sus participaciones en esas competencias.
Una vez realizada la venta, Fangio decidió continuar en actividad con el objetivo de adquirir una cupé Ford, que hasta ese momento era el auto más confiable y rendidor. La estadística era irrefutable: de las 12 competencias disputadas por el Turismo Carretera hasta ese entonces, 11 habían correspondido a Ford y una a Dodge.
Francisco Polio, un productor de papas de Mar del Plata, se enteró que Fangio buscaba una cupé Chevrolet para correr el Gran Premio Internacional del Norte de 1940, una competencia con casi 9500 kilómetros de recorrido partiendo desde Buenos Aires hasta Lima, ida y vuelta.
Polio le sugirió que en lugar de un Chevrolet 1939 como el que había vendido, participe con una cupé 1940 y que la compre en una concesionaria General Motors. Pero no había unidades en stock. Para poder adquirirlo, amigos y socios decidieron organizar una rifa de mil números a 10 pesos cada una.
Así se gestó la rica historia que escribió Fangio a bordo de la cupé Chevrolet verde, que tantas satisfacciones le dio en el Turismo Carretera. Además, sin saberlo, fue el comienzo de un duelo que aún perdura: Chevrolet vs Ford, traducido en aquellos tiempos: Fangio vs Gálvez.
El GP Internacional del Norte le trajo su primer éxito en su corta trayectoria en el TC. Porque luego de los extenuantes 9500 kilómetros recorridos y 13 etapas disputadas, Fangio obtuvo el triunfo -ganó 4 etapas- y le dio a Chevrolet la primera victoria en el Turismo Carretera.
La fama de Fangio había comenzado a expandirse. Tanto que fue invitado junto a Oscar Gálvez a participar en el Gran Premio “Getulio Vargas” en Brasil, entre el 22 y 29 de junio de 1941. La cupé Chevrolet verde volvería a dejar una huella en la historia.
Una vez de regreso al país, otro título de TC lo esperaba. Nuevamente con el triunfo conseguido en las Mil Millas Argentinas de 1941. En la suma de tiempos Fangio obtuvo una amplia ventaja de 9 segundos de ventaja sobre Juan Gálvez y más de 15 sobre Esteban Fernandino, ambos con Ford.
De ese modo se consagró como el primer bicampeón del Turismo Carretera. Así dejó su sello a nivel local, todo un adelanto de lo que años más tarde haría del otro lado del mundo.