“La sociedad es muy gordofóbica y no es un chiste”
Explicó Milagros Cárdenas que forma parte de la agrupación Juntas y a la Izquierda en Río Gallegos. La feminista denunció que en redes sociales hay más burlas y chistes que lo habitual ante un potencial aumento de peso por los cambios de hábitos y consumos que vienen de la mano del aislamiento social obligatorio.
“El desafío de ponerse el jean cuando salgamos de casa”, “comer dulce de leche a cucharadas mientras veo rutinas de ejercicio”, ”vamos a terminar la cuarentena rodando”, son algunos mensajes que, para muchos con risas de por medio, desnudan una discriminación y exclusión social ante cuerpos que no son hegemónicos.
Para, Milagros Cárdenas, la joven activista por la libertad de las opresiones de las mujeres y disidencias en la capital de Santa Cruz no son chistes, son violencia. Las cifras son preocupantes, informes de Fundación La Casita que nuclea profesionales de medicina, nutrición y psiquiatría, exhibieron que durante la década pasada Argentina fue el país a nivel mundial con más casos de anorexia después de Japón.
“¿Cómo puede interpretar una persona con problemas alimenticios que todos hablen de lo terrorífico y lo súper malo que es subir unos kilos? Puede ser por ansiedad, aislamiento, salud mental”, invitó a la reflexión Milagros. La problemática afecta principalmente a mujeres jóvenes que intentan alcanzar un ideal estético impuesto y que al no cumplirlo, sufren discriminación. De hecho el 45% de las causas de bullying entre niñas y adolescentes en Argentina se relacionan con la belleza, según estudios de Bullying Sin Fronteras en 2019.
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Cambio de rutinas
El cambio en las rutinas a nivel mundial desde la perspectiva de la joven, exige usar el tiempo de manera productiva desde el encierro y esto afecta directamente a la salud mental. “Que tenemos que usar este tiempo y bajar de peso y hacer ejercicio y si no somos un chiste. Hay que analizar ese chiste y las conductas obsesivas que se tienen sobre los cuerpos”, comentó Milagros. También destacó que las mujeres históricamente han sido posicionadas como objetos de consumo.
En este último punto queda demostrado que el mecanismo de violencia, a través de memes en este caso, tiene que ver con el control y la opresión y no con la salud, como muchas veces se justifica, debido a que no se rechazan prácticas que son perjudiciales como el no dormir por estar frente a pantallas y cambiar los horarios, el tabaquismo, el alcoholismo y demás uso de drogas, entre otros ejercicios que pueden tienen consecuencias biológicas negativas.
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Perspectiva social
La gordofobia no es un miedo, es una violencia y por ello debe también abordarse desde una perspectiva social.
Así lo ha hecho la organización no gubernamental AnyBody Argentina que impulsó la Ley de Talles que el año pasado obtuvo media sanción en la Cámara de Senadores y de cuyo proceso legislativo participaron riogalleguenses. La normativa que busca democratizar la moda, demostrando uno de los obstáculos que sufren los cuerpos desde su diversidad no ha avanzado desde entonces y desde la ONG explicaron que más del 70% de la población del país no está conforme con su cuerpo.
La falta de diálogo, consciencia y subestimación de estas problemáticas desde la perspectiva de Milagros Cárdenas, no permiten observar las raíces del sistema que tienen que ver con la autopercepción y confianza, haciendo hincapié en otro tipo de salud además de la nutricional. “Tenemos que pensar en el sistema de salud de Santa Cruz, que no da respuestas ni presupuestos ante estos temas y pasan todo el año”, denunció. Explicó que el Centro de Salud Mental está colapsado y los profesionales públicos no dan abasto.
“Es durísimo no encajar en la sociedad y no tener ayuda y que se sigan subiendo chistes al respecto. Los psicólogos tienen más de un año de espera para dar un turno y mientras los profesionales privados siguen subiendo sus tarifas cada vez hay menos plata”, agregó Milagros. La joven invitó a la sociedad en general a amigarse con sus apariencias, ya que desde el reconocimiento de que la diversidad enriquece, se pueden empezar a generar los cambios culturales y corporales.
Las bromas que rechazan los cuerpos que no son delgados y se han visto en aumento en Facebook, Instagram y Twitter en Río Gallegos, esconden una inseguridad que a nivel nacional se traduce en el 78% de las mujeres del país inseguras, poco representadas por las corporalidades que se exhiben en los medios de comunicación. El mismo estudio reveló que 8 de cada 10 reconoce que la situación les genera ansiedad, según Edelman Intelligence.
El camino a una realidad amigable con todas las formas y tamaños también necesita presencia estatal desde la perspectiva de Milagros Cárdenas. “Necesitamos un presupuesto real para salud mental y campañas para abordar los trastornos alimenticios”, concluyó la militante de Juntas y a la Izquierda, con el deseo de un Río Gallegos con menos discriminación y más aceptación.