La sureña que invita a conectar con el cuerpo a través de la pantalla
La bailarina, profesora de yoga e instructora de pilates sureña, que se forma en Buenos Aires, encontró en la adversidad de lo virtual, una oportunidad para llegar más lejos con sus clases de estiramiento.
De su colchoneta a YouTube, una invitación al movimiento.
“La idea de los videos surgió como un deseo de llegar a más gente” comentó Daniela a TiempoSur. La riogalleguense busca darse a conocer y compartir un conocimiento que puede ser el puntapié para el bienestar en tiempos de pandemia. Desde su perspectiva el movimiento sana, el movimiento ayuda y puede ser transformador en un contexto tan estático.
Desde su formación el stretching es transversal, por lo que articula desde distintas ramas las propuestas que adaptó a la virtualidad. Desde cualquier lugar del mundo y de manera gratuita, se puede acceder a los ejercicios de fortalecimiento muscular, movilidad articular y estabilidad que propone. “Hay ejes principales que tengo al momento de planificar, pueden ser pasivos o activos” precisó.
Entre los desafíos, además de planificar, guionar, grabar y editar sus videos, la bailarina debió pensar cómo dirigirse a receptores que desconoce. “Por lo general pienso el estiramiento para una persona que no está acostumbrada. La mayoría de mis estudiantes estaban 10 horas en una oficina y eso me hizo ir de vuelta a las bases” comentó Daniela.
Por eso en sus ejercicios busca variantes y que las personas que dan click, se queden y lo hagan desde un lugar que le resulte cómodo. El movimiento también es adaptación. De hecho no se llevaba tan bien con la tecnología antes de empezar con su faceta youtuber. Explicó que no tiene un estudio; “lo grabo en casa, donde empecé a aprender sobre luz, sonido y movimientos de cámara para que se vea bien”
Otro beneficio de esta modalidad es el registro. Los videos están disponibles en su canal de Youtube que lleva su nombre, Daniela Alarcón. “Mucha gente tiene acceso a esta plataforma, mis tíos, mis abuelos y me gusta. Nunca me imaginé editando” explicó, invitando a la comunidad a animarse, ya que eso es lo que la bailarina hizo virtualizando sus ejercicios.
La precisión es una arista importante en sus clases. Busca ser cuidadosa con sus indicaciones para que las personas del otro lado de la pantalla las sigan al pie de la letra. “Trato de imaginarme al alumno, la alumna. Voy dando tips para cada clase e intentar que cada uno tenga mayor conciencia de su propio cuerpo y las posiciones. La respiración, el movimiento nos llevan a salir de lo cotidiano para concentrarnos en eso” explicó la profesora.
“Es una ayuda física y una ayuda mental” celebró Daniela. La constancia también atraviesa las pantallas. Desde su perspectiva los tiempos que tienen las redes son un desafío, todo es inmediato y no hay que perder vigencia. Se trata de su trabajo, tiene un horario en el que investiga y estudia, otro en el que planifica y otro en el que graba para coordinar esta propuesta con sus otras actividades.
Hace más de dos años que la riogalleguense busca bailar, enseñar y aprender de manera independiente y autogestiva. Esta elección, en sus palabras, le da la libertad de elegir y decidir y la confianza en su trabajo. “Hay que creer en lo que uno ofrece y hacerlo valer” resaltó. Entiende que el ámbito artístico cuesta la profesionalización.
“Muchas cosas parece que se hacen por amor al arte y obvio que amo lo que hago, me apasiona, pero está bueno que sea nuestro sustento” celebró. Detrás de cada clase hay estudios y capacitación, envueltos en una inversión invaluable. Lamentablemente Daniela conoce muchos artistas que no pueden dedicarse exclusivamente a lo que aman.
Actualmente la riogalleguense se está formando en una Licenciatura en Composición Coreográfica en Danza y Teatro en la UNA y toma clases de Estiramiento Global Activo en un centro de kinesiología. “Además tomo clases de hata yoga y clases de danza de manera particular, todo de manera virtual. Me encantaría que cuando se recupere la presencialidad esto de los videos no se pierda” comentó.
“Me encanta, me apasiona y ya tengo en marcha otro proyecto virtual” adelantó. Se trata de una iniciativa de danza y composición para la que está trabajando con una amiga. Espera que salga a la luz entre noviembre y diciembre. “Cuando uno se mueve siempre pasan cosas” resaltó.
El sur siempre está presente a pesar de las distancias. Daniela comenzó hace cuatro años a dar clases de estiramientos. Todo empezó en Río Gallegos, lugar donde “siempre había dado clases de danzas hasta que mi profesora de allá, Marta Ventura, me fue aconsejando y me animé al stretching” relantó.
“Allá nació esta propuesta y mi danza, mis movimientos, siempre me llevan. Tengo muchas ganas de volver. Amo los paisajes, los cielos, lo introspectivo de la patagonia” concluyó. Hoy, pantalla de por medio, está un poco más cerca.