Preocupación por el ajuste y la desvinculación de trabajadores
El Gobierno Nacional puso en marcha una serie de medidas que han generado gran preocupación entre los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Por un lado, debido a la subasta de uno de sus edificios más importantes, en la ciudad de Buenos Aires, donde actualmente trabajan 140 personas. Y por otro lado, el cierre de delegaciones en las provincias, que también podrían afectar a las del interior de Santa Cruz.
En diálogo con Tiempo FM 97.5 Leandro Climenti, secretario gremial de APINTA (Asociación del Personal de los Trabajadores del INTA), explicó que la situación del organismo se ha tornado cada vez más alarmante. La subasta de bienes, junto con el ajuste de personal, ha encendido las alarmas sobre el futuro de esta institución clave para el desarrollo agrícola y tecnológico del país.
Según Climenti, “esta subasta es ilegal, ya que no cumple con los requisitos establecidos por la Ley de Bienes del Estado (AABE), que establece que solo pueden subastarse edificios vacíos o abandonados, lo que no es el caso del inmueble. “Nosotros tenemos 140 personas trabajando ahí adentro, por lo que no está ni vacío ni abandonado”, expresó Climenti, quien también aseguró que el objetivo detrás de la subasta es un "desarrollo inmobiliario", algo que contradice los principios establecidos en la legislación vigente.
El sindicato de trabajadores del INTA ya ha tomado acciones legales al respecto, enviando una carta documento solicitando la suspensión inmediata de la subasta, dado que no se encuentra bajo ningún marco legal. Climenti remarcó que la subasta no fue discutida ni consensuada con los trabajadores ni con la institución. “Esto nunca se charló ni se consensuó con la institución”, afirmó.
El ajuste no se limita a los bienes materiales. También se está llevando a cabo un proceso de reducción de personal, que afectaría a alrededor de 500 trabajadores de planta no permanente. "Están hablando de desvincular a más de 500 personas, de una manera totalmente arbitraria, sin ningún análisis", señaló Climenti, quien expresó su profunda preocupación por el impacto de estas decisiones sobre la calidad de los servicios que presta el INTA.
El sindicalista destacó que este ajuste podría llevar incluso al cierre de delegaciones en distintas provincias, como la de Puerto Deseado, donde dos de sus compañeros que encabezan la agencia están entre los afectados por la no renovación de contratos. "¿Qué hacemos si sacan a todas las plantas no permanentes? Cerramos la agencia", explicó.
Además, el ejecutivo está analizando la desvinculación de personal de apoyo, lo que podría afectar a alrededor de 312 personas que ingresaron en 2023. Climenti aseguró que estas decisiones son una “medida totalmente arbitraria” que no tiene justificación y que está despojando de trabajo a personas que entraron por concurso.
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La situación es tan crítica que el 28 de noviembre se convocó una marcha a nivel nacional, que contará con la participación de trabajadores del INTA, de APINTA y de ATE. Esta movilización tiene como objetivo visibilizar el conflicto y exigir la suspensión de las medidas de ajuste. Climenti dejó claro que, aunque la CGT enfrenta tensiones internas, los trabajadores del INTA no se quedarán esperando a que la central sindical tome decisiones. “Si nosotros tenemos que salir a defender a nuestros compañeros, vamos a salir", dijo con firmeza.
La reunión del Consejo Directivo Nacional del INTA, que se celebrará el 28 de noviembre, será decisiva. En ella, se discutirá el futuro de la institución y el impacto que las decisiones del Gobierno Nacional tendrán en los trabajadores. “Nuestra prioridad es nuestra gente, lo que pasa con nuestros compañeros, y la verdad que este ajuste nos tiene muy preocupados", afirmó Climenti.
El INTA es una institución autárquica, es decir, su estructura fue pensada para ser independiente de las decisiones políticas del gobierno de turno. Sin embargo, Climenti señaló que la actual gestión está tratando de vaciar la institución, un proceso que, a su juicio, busca “desmantelar el Estado”. “Nuestra institución fue pensada para no tener que atravesar estas situaciones de acuerdo al color partidario del gobierno de turno”, subrayó, haciendo un llamado a los consejeros del INTA para que se opongan al ajuste y defiendan la autonomía de la institución.
A pesar de las tensiones políticas dentro de la CGT, donde recientemente Pablo Moyano presentó su renuncia al triunvirato, Climenti dejó claro que los trabajadores del INTA seguirán luchando por sus derechos, independientemente de las decisiones que se tomen a nivel central. “La conflictividad que hemos tenido este año ha sido compartida por todos los sectores. Si tenemos que tomar medidas, las vamos a tomar, no nos vamos a esperar a que la CGT decida un paro”, aseguró.
El futuro del INTA está en juego, y la lucha por evitar el ajuste, la subasta de bienes y la desvinculación masiva de trabajadores continúa. Mientras tanto, los gremios se preparan para una serie de movilizaciones que buscarán visibilizar la problemática y presionar por la suspensión de estas medidas. Como indicó Climenti, "esto recién empieza".