Eutanasia

¿Qué pensamos los argentinos sobre la posibilidad de la muerte asistida?

Sobre el tema habló en Cambalache, que se emite por Tiempo FM 97.5 el Doctor en Ciencias Políticas e investigador del CONICET, Mario Pecheny, quien además participó del panel de debate "La eutanasia como derecho" junto a la diputada Mara Brawer, autora del último proyecto de ley de eutanasia en el país. 

08/08/2023 • 21:23

Existen dos encuestas que revelan que la sociedad argentina está preparada para dar un debate al que el Congreso se resiste. Según un sondeo de la Universidad de Buenos Aires, el 72% de los encuestados está de acuerdo con tomar decisiones sobre su propia muerte en situaciones médicas extremas. Otro monitoreo, del Conicet, muestra consenso entre la comunidad médica. Hay cinco proyectos de ley listos para ser debatidos.

La eutanasia es una práctica médica que consiste en provocar la muerte de un paciente a su requerimiento por ser portador de una enfermedad terminal o que provoca un sufrimiento incontrolable, a través de la administración de una medicación. La muerte asistida es un procedimiento que acompaña un médico, pero es la persona que lo ha decidido quien le administra el medicamento. Es un derecho en Colombia y varios países europeos como España, Bélgica y Alemania. En la Argentina es, todavía, ilegal. Hay cinco proyectos de ley listos para ser debatidos en el Congreso, cuatro por Diputados y uno por Senadores.

 

“El Congreso no tiene proyectos en estado parlamentario. Hay proyectos de todos los partidos, porque varios legisladores han tenido seres queridos que han tenido sufrimiento y de haber contado con esa posibilidad se habrían visto aliviados”, dijo.

Pero aclaró “deben ser las personas las que deciden sobre su vida y cómo transitar su propia muerte ante circunstancias de enfermedades irreversibles con mucho sufrimiento”, explicó.

Informó que “con el aporte del CONICET y de especialistas se han tratado de sintetizar distintos aspectos de los proyectos, porque cada uno tenía distintas visiones sobre, por ejemplo, cómo dar el consentimiento o si es necesario consultar con alguien o no. Uno de los aspectos que retrasó el tratamiento es que en Argentina no se contaba con una Ley de Cuidados Paliativos que obligue al sistema de salud de proveer todo lo que exista al alcance para que el dolor se controle. Porque la realidad es que hoy en día, no es necesario sentir dolor físico o la ansiedad, porque hay medios para provenirlos. Eso se aprobó el año pasado. Era necesario que nadie pida su propia muerte porque existe un dolor incontrolable”, aclaró.

Señaló que, superado este tema, aún existen circunstancias que hacen que la vida se vuelva indigna y que las personas sufran mucho. "Nadie mejor que la propia persona para saber cuándo eso es insoportable. El tema es que nadie puede poner en práctica la eutanasia si no es con la ayuda médica. Esto es la muerte médicamente asistida”.

Cabe señalar que muchos países de Europa y en América Latina donde esta práctica ya es legal. Al respecto, el Dr. Pecheny insistió: “primero es la propia persona la que decide sobre su vida, ni la familia, ni los médicos. Pero, la voluntad hay que expresarla, porque puede suceder que una persona llega a un estadio en el que no puede hacerlo y ahí no hay nada para hacer. La solución a este dilema sería la voluntad anticipada. El tema en debate es cómo hacerlo: con un registro, en la historia clínica, ante un escribano, etc.”

“Otro tema importante donde debe haber acuerdo es en los proyectos es el procedimiento”, dijo.

Consultado para casos en los que no existió la posibilidad de manifestar la voluntad anticipada fue categórico: “sería un asesinato”. Dijo, “puede ser asistido, puede ser por compasión, pero es ilegal y no es ético porque la persona no decidió nada. Si no hay registro previo, no se puede hacer. Otra cosa distinta es la posibilidad del retiro del soporte terapéutico donde no hay una acción activa de los médicos para producir la muerte, como sí lo sería en la eutanasia”.

Señaló que ante esta posibilidad el factor religioso es algo muy personal para tener en cuenta. “En la encuesta que hicimos, el 80% de los profesionales médicos están a favor de legislar en la materia y de ellos, el 50% decía profesar una fe religiosa. De todas formas, esta Ley no obliga a nadie a realizarlo si está en contra de sus valores. Es la objeción de conciencia, como nadie podría obligar a otros tampoco a seguir sus preceptos religiosos”.

Sobre este aspecto, lo mismo sucedió con leyes como la del divorcio, la del aborto o la del matrimonio igualitario. 

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