Quién inventó las medialunas
Datos curiosos de una delicia de panadería, que marca una época emblemática.
Las medialunas son un alimento ideal para acompañar el café de la mañana, tarde, noche. Hay muchas versiones de ellas. Se pueden comer hasta rellenas con jamón y queso.
Sin embargo, su verdadero origen fue muy discutido a lo largo de la historia. Te contamos todos los misterios que circulan en torno a esta delicia de pastelería.
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Las medialunas son exquisitas, con el tiempo se convirtieron en un clásico argentino, tanto como la chocotorta, y otras delicias porteñas.
Tienen muchas versiones: de grasa, de manteca, de panadería (es decir industrializadas). El nombre deriva del francés “Croissant”, que entre otras cosas se define como “creciente”, porque dicen que los franceses las popularizaron en el mundo. Sin embargo no fue en Francia su verdadero origen.
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Según el historiador Daniel Balmaceda, el origen de las medialunas se encuentra en Austria, contrariamente a la creencia popular que encuentra su invención en Francia. Se dice que esta pieza emblemática de la pastelería sirvió para ponerle punto final a un bloqueo militar que afectaba a la ciudad de Viena. Marcó la derrota de las tropas del gran visir Merzifonlu “Kará” Mustafá, uno de los líderes del entonces llamado Imperio Otomano.
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Las medialunas como símbolo de una derrota militar
Los turcos sitiaron por segunda vez Viena. Comenzaron a cavar un túnel para sorprender a aquellos que lideraban el emperador Leopoldo I (archiduque de Viena) y Juan III Sobiesk. Sin embargo, no sabían que los panaderos estaban trabajando a esa hora. Los empleados dieron un aviso, que llevó a la derrota a los turcos.
Fue entonces, que en reconocimiento por los panaderos, el emperador les permitió que pudieran llevar espadas en el cinto. Entonces, los panaderos decidieron crear dos panes: uno que se identificó como “Leopoldo”, y “Halbmond”, que en alemán significa “media luna”. Más tarde aparecerían en escena las típicas facturas criollas, otra delicia de la panadería.