Revelaron por qué los gatos atacan a sus dueños

Los gatos son curiosos e independiente y, muchas veces, cargan con la reputación de ser ariscos. Sin embargo, si tu mascota te ataca frecuentemente, es importante entender el por qué.

Los felinos tienen su propia manera de comunicarse y los ataques pueden ser causados por diferente razones:

• Dolor: Si tu gato está sufriendo y está dolorido, es probable que ataque como forma de defenderse o pedir ayuda. Heridas, enfermedades, infecciones o problemas dentales son algunos dolores que puede estar sufriendo tu mascota.
• Miedo: Los felinos son bastante asustadizos y si se sienten amenazados, en una situación desconocida o acorralados, son capaces de atacar.
• Estrés: El estrés puede causar cambios en el comportamiento de tu mascota. Muchas veces es por algún cambio en su entorno, rutina o la presencia de otros animales o personas.
• Juego: Los gatos son muy juguetones, más si todavía son cachorros y pueden confundir el juego con el ataque.
• Dominación: Los gatos son animales a los que les gusta tener su territorio. Si hay otro felino en la casa, o si se siente amenazado por otros animales, pueden atacar para dominar su terreno.

Cómo evitar que los gatos ataquen a sus dueños

Los gatos son impredecibles y, es por eso, que hay que identificar la razón por la que tu mascota se está comportando así.

Si pensás que tu felino te ataca por dolor, debes llevarlo al veterinario para que le haga un chequeo. Si tu gato está asustado o estresado, es importante crear un entorno tranquilo donde se sienta seguro. Mientras que si ataca por juego, hay que enseñarle la diferencia y establecer los límites.

Algunas precauciones que podés tomar para que tu mascota no te ataque, son:

• Respetá el espacio de tu gato.
• Tu gato debe jugar y ejercitarse: dale oportunidades para que lo haga.
• Enseñale a asociarte con experiencias positivas: cuando se comporte de manera adecuada, dale una golosina o algún premio.
• Si tu gato es agresivo de forma constante, no lo castigues. Intenta identificar la causa de su comportamiento para no empeorar el problema.