Se acaba el stock de cigarrillos y es otro fuerte golpe a los kioscos

Desde que empezó la cuarentena las empresas tabacaleras quedaron sin poder continuar con la labor. Por fuera de la discusión sobre los efectos sanitarios, los cigarrillos constituyen una clave importante para los kioscos. Se trata del producto más pedido en los negocios y el principal “gancho” para que el cliente realice otras compras. Pero los cigarrillos están acabándose. En la capital santacruceña ya casi no quedan, las distribuidoras “racionan” la venta mayorista y hay preocupación en el sector. Se trata de una rueda de la economía que quedó paralizada y golpeará de manera colateral a los negocios medianos. En las redes, un atado de cigarros se cotiza a $500.

Incluso si se retomara hoy la actividad en la tabacalera, el Sur se vería atrasado por los tiempos de distribución. El panorama es difícil para las tiendas y para los fumadores.

“No tenemos cigarrillos desde el 20 de marzo, porque cerraron las fábricas al no ser un área esencial. No tenemos directamente, las distribuidoras no venden, no hay en ningún lado. El trabajo se complica más”, dijo a TiempoSur Pablo Camporro, dueño de un reconocido kiosco del centro.

“Hay que hacer colas, conseguir lo poco o nada que queda, es un lío. Se va el comprador sin llevar nada. El cigarrillo es el puente. Cuando entran a comprar un paquete, se llevan una gaseosa o golosinas. Es el enganche.

Uno, de la caja total, el 80% es cigarrillo, de lo que vos te deja poca ganancia. Por eso la gente no entiende cuando tenemos una lista paralela a la oficial, sino es imposible mantener un negocio. Lo mismo pasa con la carga virtual”, indicó.

“El cigarrillo es el enganche, si no tenés éstos sonaste. Ahora estamos afuera de todo, el supermercado me pone a vender cigarrillos y yo tengo que cerrar”, finalizó Camporro.

Preocupación

Por otra parte, este medio también se comunicó Ricardo Victoria, dueño de otro de los kioscos históricos de la localidad y referente de la subcomisión de kiosqueros y almaceneros de la Cámara de Comercio e Industria de Río Gallegos. “Las tabacaleras están cerradas y no pueden abastecer, queda una distribuidora que puede abastecer a un cartón por marca y hasta el miércoles. No hay miras que se vaya a solucionar”.

En este punto coincidió con Camporro en que el cigarrillo es la atracción del kiosco, lo que lleva la venta del resto de las cosas.

Asimismo, lamentó que, de todas maneras, el “pucho” no deja margen de ganancia, “es el que menos utilidad deja al kiosco. Deja un perjuicio tremendo en la cadena de venta de todos productos. No vamos a poder sostener la estructura, sin la venta de esto, vamos a tener venta 0. De una venta de cien pesos, el 60& es la venta de cigarrillos”.

A nivel nacional

Algunas marcas son vendidas a $500, lo que hizo que la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) tomara cartas en el asunto aplicando multas y clausuras a aquellos que se excedan con los precios.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que los fumadores son un grupo vulnerable al Coronavirus, pues implica el uso de los dedos y el contacto con los labios.

Desde el 20 de marzo que comenzó la cuarentena total, la producción de tabaco se encuentra frenada por no estar contemplada en servicios y productos esenciales. Según reportaron, el último stock fue distribuido la semana previa al feriado de Pascuas.

Con la publicación del nuevo de decreto de prórroga del aislamiento, fue ampliado el listado de actividades y servicios exceptuados en los términos previstos en el artículo 6° del Decreto N°297/20, aunque las tabacaleras no fueron incluidas. Desde esta semana comenzará el desabastecimiento total de cigarrillos en todos los kioscos.

Las principales competidoras solicitaron ser incluidas en el listado de excepciones, teniendo en cuenta que la actividad tabacalera es un motor de la economía a nivel regional y un dinamizador social en todas aquellas provincias en las que se produce tabaco. Provee empleo a más de 200.000 personas de manera directa, y son más de 1.000.000 de personas las que dependen, directa e indirectamente, de la producción tabacalera.