SENASA trabaja en el bienestar animal ante la emergencia climática en los campos

Las provincias patagónicas atraviesan por esas horas un temporal de extremas heladas, el más grave de los últimos 60 años, y el cual no solo afecta a las comunidades urbanas, sino que también está generando graves inconvenientes en lo profundo del campo santacruceño. 

Por este motivo, desde mediados del mes de junio, el gobierno provincial ha establecido un comité de prevención de crisis que se ha replicado en cada una de las localidades de la provincia, donde , en muchas, se ha insistido con la necesidad de atender la complejidad que se vive en las estancias y zonas rurales. ya desde la semana pasada, diversos organismos integrantes del comité de emergencia atienden la situación en los campos productivos. 

Para atender la actualidad, desde SENASA han lanzado canales de comunicación y elaborado instructivos para prevenir que las condiciones climáticas perjudiquen a los animales de producción. En primer lugar, insistieron en que “ante precipitaciones como lluvia, granizo o nieve, o incluso fuertes vientos o heladas, la mejor opción es contar con un refugio o reparo que brinde a sus animales un espacio de contención”, aunque advirtieron que “dejar al animal encerrado en un galpón sin acceso al exterior puede resultar perjudicial, ya que requiere cierto nivel de actividad física y de acceso a la luz solar durante el día”, por lo que recomiendan que “lo ideal es brindarle una opción de salida al exterior a voluntad. En caso de no ser posible, una opción es soltarlo todos los días en las horas de mayor temperatura para que pueda ejercitarse”. 

Otro factor a considerar para el bienestar animal es el mantenimiento de los suelos. Los mismos deben mantener un buen drenaje, ya que “el aumento de barro en los terrenos incrementa el nivel de estrés en los animales, produce fatiga e incluso puede generar transmisión de enfermedades como leptospirosis. Para lograr un buen drenaje, se debe desarrollar un grado de inclinación en los corrales para generar la circulación de agua hacia una canalización; los pisos deben ser compactos para evitar infiltraciones, y las calles y caminos de circulación animal deben tener un abovedamiento hacia los laterales para impedir que el agua se acumule en el centro”.

Otro aspecto a considerar es que, a pesar de que los animales no requieren ningún tipo de abrigo (ya que poseen una cobertura natural contra dichas inclemencias del tiempo), la pérdida de la capa naturalmente aislante del ovino puede generar el síndrome de hipotermia-inanición, de elevada mortandad. Por eso, “en sistemas productivos donde se realice la esquila preparto, es fundamental tomar los recaudos necesarios para el animal", comunicaron. 

Por último, remarcaron que “durante el invierno, las bajas temperaturas y las heladas determinan un estancamiento en el crecimiento de las pasturas, sobre todo si el campo viene de una época de sequía. Además de la nieve, el animal puede tener muchas dificultades para acceder a la pastura, por lo que  siempre es necesaria la suplementación”, mientras que ante el congelamiento de las aguadas “es necesario recorrer los reservorios de agua donde se hidrata el ganado y retirar las capas de hielo”. Señalan que cuando se cuenta con un pronóstico del clima certero y ante la amenaza de nevadas fuertes, fríos extremos o falta de alimento que puedan poner en riesgo el bienestar de los animales, es conveniente pensar en un traslado a tiempo a zonas dónde el clima sea más amigable.

Desde SENASA informaron sobre diversos medios de contacto para productores, quienes podrán comunicarse a través del correo electrónico bianimal@senasa.gob.ar; al teléfono (011) 4121-5123 o acceder a su sitio web oficial.