Sentirse joven a los 60
Buscan sociabilizar, hacen deporte, estudian, manejan las nuevas tecnologías, viajan, se adaptan a las corrientes del pensamiento moderno, son personas mayores de 60 años que comienzan a vivir una nueva adolescencia o su sexalescencia. En el 2020 sufrieron la pandemia y deben prepararse para la nueva normalidad.
La OMS explica que “debido al aumento de la esperanza de vida y a la disminución de la tasa de fecundidad, la proporción de personas mayores de 60 años está aumentando más rápidamente que cualquier otro grupo de edad en casi todos los países”. El envejecimiento de la población puede considerarse un éxito de las políticas de salud pública y el desarrollo socioeconómico, pero también constituye un reto para la sociedad, que debe adaptarse a ello para mejorar al máximo la salud y la capacidad funcional de las personas mayores, así como su participación social, esto último en nuestra provincia muchas veces depende de la impronta propia de los “sexalescentes”.
En la actualidad el término “mediana edad” ha dejado de utilizarse. Encontramos a personas de 30 años que siguen viviendo en casa de sus padres, por elección o porque la precariedad económica no les da otra oportunidad, a mujeres de 40 que se enfrentan por primera vez a la maternidad y a parejas que con 40 y muchos están criando hijos pequeños. En los años cincuenta, los geriatras se ocupaban de personas de 60 años, ahora son los octogenarios los mayores usuarios de sus consultas y si alguien fallece a los 70 décimos que “ha muerto joven”. Es por este motivo que profesionales de la gerontología coinciden en que “a partir de los 55 o 60 años (y más) las personas comienzan a pensar en una segunda juventud. Activos y motivados.
Mirada profesional
Alejandro Mantero tiene 68 años, participa en una asociación civil que defiende los derechos de los adultos, juega “partiditos de fútbol” con sus nietos y es jefe del Servicio de Psicogerontología y Vida Activa del (ex Hospital Francés), además de socio fundador de la Asociación Civil Los Abuelos del Francés.
En diálogo con Tiempo FM comentó que desde hace ya varios años se habla de “envejecimiento saludable” contra un concepto de viejísimo más discriminatorio para con las personas mayores. En esta tarea se organizan actividades de aspecto físico, pero también en lo que refiere al desarrollo cognitivo, pero en principal, y según lo destacado por Mantero, “todo gira alrededor del estímulo social” y explica: “Que se generen grupos entre los adultos mayores es compensar un poco uno de los grandes problemas de la tercera y cuarta edad, que es la soledad. Cuando nos sentimos protegidos y activos podemos no estar en la clasificación de clase pasiva”.
En el 2020 signado por el aislamiento y encierro, la sociabilización en este grupo etario se convirtió en “un gran problema”, manifestó el entrevistado al afirmar que “ha sido un retroceso, generado problemas emocionales. Todo lo que se pueda generar en lo que refiere a toda actividad física y de función cognitiva es una excusa para combatir la soledad y estimular la sociabilidad”.
Por último, consultado sobre la duración de la segunda juventud, remarcó: “Hay un deterioro inevitable que se da lentamente sobre todo a nivel ocio y un poco a nivel articular y tambien en las arterias, inevitablemente. La estimulación física muscular se pude trabajar y actúa sobre las articulaciones, lo que nos permite caminar mejor y se posterga la dependencia, que a nuestra edad es clave”.