Tama Glaze: El refugio que salvó a más de 90 perritos en El Calafate
Antes de llegar al albergue sufrieron todo tipo de maltratos. Son canes a los cuales los voluntarios, además de cubrir sus necesidades básicas, con amor intentan sanar las heridas del abandono.
Los proteccionistas de la ONG realizan tareas de limpieza, entregan agua, comida y mimos: “Nos tomamos un rato para jugar con ellos porque es el único tiempo que están con nosotros”, señaló Gabriel Carrizo, presidente de la ONG.
A pesar de los buenos cuidados, ellos buscan que los canes algún día puedan ser adoptados para no pasar toda su vida encerrados, objetivo difícil cuando se trata de animales que dejaron de ser cachorros y, por tanto, menos solicitados por familias adoptantes.
“Cualquier persona que elija adoptar un perro adulto, sacarlo de un refugio y darle una familia es lo mejor que le puede pasar y el perro se lo va a agradecer de por vida”, señaló Gabriel, quien anhela que los rescatados algún día tengan un hogar.
Necesitan colaboración
Club Amigos de Tama es la página de Facebook en donde las personas se pueden asociar y colaborar. La cuota es de $500 mensual y se puede abonar por Mercado Pago. Además, se reciben aportes individuales y hacen ventas de calendarios con fotos de los rescatados.
La suma de estos aportes se convierte en el único sustento y permite que los canes coman los 80 kilos por día que necesitan y, además, se logren pagar gastos veterinarios y elementos de limpieza.
Sobrepoblación de perros
12 Años atrás cuando nació la ONG, el Municipio al igual que en otras localidades era eutanásico, medida que jamás fue eficaz ni logró acabar con el problema de la superpoblación de raíz.
“Lo que es fundamental es que la castración gratuita sea constante e ininterrumpida en el tiempo (…) y si es posible que se obligue a castrar”, enfatizó Gabriel.
Según el Presidente de Tama Glaze, un refugio tampoco es la solución, más bien es “consecuencia de un problema no resuelto”, en este caso, del abandono de animales que, ya sean de la calle o desde un albergue, buscan una segunda oportunidad con familias que esta vez los amen para toda la vida.