Tiempo de mirar hacia la tierra
Hace tres años que Adriana lleva adelante este taller de compostaje en el ámbito municipal, pero hace muchos más que acompaña la iniciativa ambiental en Río Gallegos. A dos semanas de iniciar un cambio en el hábito de generar residuos y desecharlos, advierte que la gente comenzó a conectarse con la tierra.
Adriana López lleva 10 años en el Club de Jardinería, aprendiendo sobre los cuidados de la tierra y haciendo cursos sobre la botánica. Una carrera inconclusa en Ingeniería en Recursos Naturales no le sacó ese entusiasmo de seguir ligada a la vida biológica desde la Agencia Ambiental y siendo una Líder Verde de la Fundación Advanced Leadership.
“Mi padre siempre tuvo quinta y plantas ornamentales”, explicó en una charla con TiempoSur la tallerista de la Agencia Ambiental Municipal que lleva adelante los talleres sobre Compost Itinerante.
Creció en Buenos Aires, entre frutales y colibríes que la marcó en su relación con el medio ambiente y hace más de 30 años que vive en Río Gallegos, donde pudo advertir la carencia de árboles. “Los árboles que habían eran centenarios cuando llegué y muchos eran frutales, y provenientes de Europa”, indicó.
“Me puse a pensar por qué no habían árboles patagónicos y con el tiempo me di cuenta que la cordillera nos quitó esa humedad, y todo el bosque andino patagónico se redujo a estar en la cordillera”, expuso para poner de manifiesto que asumió allí el desafío de producir árboles, además de entender cómo, porqué y qué variedades producir.
Siendo quien brindaba las charlas en la Agencia Ambiental Municipal desde el 2017, allí le propusieron la idea de comenzar a brindar estos talleres.
Adriana reafirma esta idea siendo que “como líder verde una de las funciones que tenemos es hacer conocerle a las personas determinadas cuestiones que hacen a la calidad de vida” y que una de ellas es hacer compost.
(Adriana López, líder verde de la Agencia Ambiental Municipal).
INICIATIVA
Muchos años pasaron desde que el Municipio dejó de realizar la clasificación de los residuos sólidos urbanos y fue el mismo periodo de tiempo que los jardineros vienen pidiendo puntos verdes y lugares donde las personas puedan llevar sus residuos húmedos.
Por esto, esta iniciativa de Residuos Diferenciados a implementarse en el Municipio, avizora una posibilidad para el reciclaje, compostaje y sobre la reproducción alimenticia y forestal.
Adriana destacó la idea del Municipio del Punto Verde itinerante y se mostró feliz por esta convocatoria para desarrollar cinco charlas de compost en sedes barriales y cenines de la ciudad.
“Hay gente del barrio que quiere relacionarse con lo verde, conocer sobre reproducción, cultivos, siembra y plantado”, explica la tallerista, quien deja en claro que “cuando crecen estos requerimientos es porque se está pidiendo y si se está pidiendo es porque se está necesitando”.
INTERÉS SIN DISTINCIÓN
En promedio las personas que asisten a los talleres de compost oscilan entre los 40 años a 45 años y concurren con un familiar. “Siempre son más mujeres que hombres”, advierte sobre la asiduidad que tuvo estos años, pero un panorama que ha cambiado con la concurrencia de hombres jóvenes en los últimos años.
“Están viviendo en las afueras de la ciudad y quieren cultivar, como no saben qué vienen con esas inquietudes precisas que hacen al bien jardinero y al buen compostador”, indicó Adriana, sobre un público más “variopinto” entre lo etario y los géneros.
Esos talleres que cobran tal interés que terminan hablando sobre los ciclos lunares, estaciones y tipos de semillas.
“Siempre digo que lo único que no da en la tierra es no hacer nada”, reflexiona, al poner en relieve que hacer compost te permita sembrar sin tener que comprar tierra.
(Qué es un compost).
OPORTUNIDAD EN PANDEMIA
“Todas las crisis, si la gente lo puede ver, son puntos de partida, posibilidades y desafíos y todos lo pueden ver”, sostuvo Adriana, optimista sobre el cambio en la mirada de la gente.
“La pandemia vino a mostrarnos todas las cosas que no vemos, que suceden alrededor nuestro, como la vida herbácea, la vida de nuestros alimentos, de nuestros árboles, porque ahora si tenemos tiempo para mirarlos”, expresa.
Para la tallerista que brinda un acercamiento a la tierra: “La gente se ha dedicado a mirar su entorno” y destacó que “si uno presta atención a su entorno tiene la posibilidad de modificarlo ecológicamente, para que sea bueno para nosotros pero también para los otros”.
“La gente que hace compost se interesa en cosas que hacen bien, no solo a uno, sino también a la ciudad”, explicó, al dar cuenta que al reciclar los húmedos, el recolector se lleva el 50 % de la basura. “Tenemos la capacidad de reducir al 50% el volumen de nuestro vaciadero y no criar ratas”, agrega sobre la necesidad de “enseñar a la gente a hacer el compost y comenzar el ciclo de reciclaje”.
Adriana subrayó que “esto es un avance en la salud y se va a ver reflejado en poco tiempo” por eso pidió a la gente que se sume a separar los residuos: “Nos va a reportar grandes beneficios”, concluyó.
LOMBRICES DE ACÁ Y DE ALLÁ
Adriana López deja en claro que “la madre naturaleza, la pacha, Gaia, la tierra, sabe que tenemos que hacer sin que le digamos nada si tenemos que dejar de derramar cianuro, aceites”.
Puso en conocimiento que “en este momento hay mucha experiencia para empezar a limpiar la tierra” y que al hablar de compost “es una pequeña parte de un mundo de conocimiento y experiencia tecnológica”.
Por eso, deja en claro que para hacer el preparado no hace falta contar con “lombrices californianas”, esas que “dejan un abono fantástico” llamado lombricompost. “Le dan una calidad superior de compost ya que pasa a ser un compost biológico con intervención de las lombrices”, remarcó Adriana, pero sin ellas dejó en claro que se puede obtener un compost trabajado por una “microcomunidad que se dedica a fagocitar todos los desechos y transformarlos en tierra”.
Por esto, defendió a las lombrices de nuestra región: “Las lombrices patagónicas son diferentes, por el clima frío y la dureza de la tierra, pero hacen el mismo trabajo”.
Cómo construir una compostera
Actualmente en el mercado se promocionan composteras con diseños muy estéticos y funcionales que facilitan el acopio de los materiales, que pueden ser verticales, horizontales y de diferentes tamaños según la necesidad de cada persona. Pero no es necesario hacer ese gasto para empezar a compostar, por eso en el taller, Adriana López también enseña algunos tips para construir una compostera simple con elementos comunes que uno suele tener en casa, como por ejemplo tachos, baldes, contenedores en desuso, etc.
“Las composteras no tienen por qué ser compradas, puede ser cualquier tacho” explicó y agregó que deben tener tapa para que no le entre la lluvia y deben tener suficiente ventilación. “La descomposición del compost es aeróbica, si falta aire se pudre y trae olor”, señaló.
Finalmente la tallerista valoró que actualmente la técnica del compostaje se esté poniendo “de moda” y se popularice, “a mí me encanta porque significa que al fin vamos a hacer las cosas como corresponde”.