Un riogalleguense posee el segundo milagro de Mama Antula
Se trata de Claudio Perusini, un docente de la capital provincial, quien tuvo un ACV. Luego que los médicos le dieran 24 horas de vida, sobrevivió tras un milagro de la santa argentina Mama Antula.
Claudio Perusini es un profesor de filosofía de la ciudad de Río Gallegos. A los 66 años de edad sufrió un ACV fulminante en su domicilio, de lo cual su esposa se percató debido a los débiles sonidos que Claudio emitía e, inmediatamente, llamó a una ambulancia para que fuera atendido.
A causa del accidente cerebral, mientras los médicos le dieron un promedio de 24 horas de vida. quedó en estado vegetativo durante un total de 28 días. Su mujer pensó que este era el final: su compañero ya no se encontraba en ese lugar y, ante este panorama, los profesionales le solicitaron que se despidiera de él. Tras las malas noticias, el sacerdote Ernesto Giovando -quien es amigo de la familia- se acercó a la habitación en la que se encontraba Claudio para rezar por él y, luego, dejó sobre un monitor una estampita de Mama Antula. Le recomendó a María Laura -esposa de Claudio- que le rezara a quien recientemente había sido declarada beata y que, en una de esas, podría obrar un milagro en su salud.
Tras esto y totalmente desolada, María Laura quiso aprovechar las últimas horas con su marido hasta que recibió una llamada inesperada. Reacia a atender debido a lo que estaba vivenciando, atendió el teléfono a regañadientes: era el papa Francisco desde el Vaticano. El sumo pontífice le contó que él había conocido a Claudio cuando todavía era Jorge Bergoglio y cuando aún no había asumido como Papa, en el Colegio Inmaculada de Santa Fe; y que el contacto entre ellos había permanecido a lo largo de los años.
Un milagro inesperado
Fue por ese lazo que, cuando el Papa se enteró que Claudio había sufrido el ACV, decidió llamar a su mamá. A todo esto, la familia de Claudio continúo rezando a Mama Antula en busca de un milagro cuando ocurrió lo inesperado: a pesar del panorama desolador, el diagnóstico terminal había desaparecido como si fuera un milagro divino, pero los informes indicaban que Claudio continuaría sus días en estado vegetativo. Los médicos, día a día, comenzaron a notar que el docente podía responder a ciertos estímulos por lo que decidieron llevar adelante una rehabilitación y, si bien las expectativas eran mínimas, estaban presentes. Para sorpresa de todos, cuando se inició con el proceso de rehabilitación esta avanzó a pasos agigantados y, al poco tiempo, Claudio ya podía hablar, comer e, inclusive, moverse por su cuenta. Si bien actualmente no se encuentra completamente recuperado y padece alguna de las secuelas del episodio del ACV, ha logrado alcanzar gran parte de su autonomía.
Los médicos pudieron ver, con sus propios ojos, lo que suponían un milagro: las tomografías, resonancias y demás estudios, evidenciaban una reversión en la lesión cerebral. Ante esto, el sacerdote Giovando propuso presentar la prueba al Vaticano, para que los especialistas constataran de que se trataba de un milagro de la beata “Mama Antula”.
La respuesta llegó, primero en latín y después en inglés: el papa Francisco había aprobado la intervención de Mama Antula sobre Claudio, el ríogalleguense que ahora se convirtió en la primera persona en recibir un milagro de la hoy proclamada santa argentina.