Fue diagnosticada con un tumor cerebral y sobrevivió

Una historia de superación/ “Ella sigue siendo la misma Fanny”

En el año 2014, la vida de Fanny Daiana Miranda concurría con total normalidad hasta que un día, y tras un fuerte accidente automovilístico y un diagnóstico desolador, su vida cambió de golpe.

06/03/2022 • 08:15

Fanny Miranda es una joven de 29 años que durante el año 2014 disfrutaba de una vida normal y sin mayores complicaciones. Un día como cualquier otro, luego de salir de la universidad, un automóvil no respetó el paso y chocó su vehículo, desencadenando un choque múltiple que involucró a un total de seis automóviles.

Como consecuencia del choque, Fanny sufrió una fractura de cráneo en la parte frontal de la cabeza, provocando un derrame interno de sangre entre el cráneo y el cerebro formando un coágulo, el cual se esperaba que disuelva con el tiempo.

A pesar de la buena evolución del coágulo, Fanny comenzó a tener ciertos comportamientos que encendieron nuevas alarmas, lo que provocó que debiera realizarse nuevos controles. Afortunadamente, el coágulo había desaparecido por completo. Sin embargo, un nuevo problema aparecía: los médicos lograron observar como gran mancha crecía a en el lado izquierdo de su cabeza.

A ese estudio le prosiguieron más estudios y desconcierto. La mancha crecía incontrolablemente y Fanny fue derivada a la ciudad de El Calafate y luego a Comodoro Rivadavia, en donde le diagnosticaron un tumor cerebral: “Para saber ellos que tipo de tumor era debían hacerle una biopsia, pero no había tiempo ni había lugar, el tumor había crecido demasiado. Lo que tenían que hacer era llevarla a cirugía, sacarlo y recién ahí hacerle una biopsia para saber qué tipo de tumor era”, contó Leo Iglesias en diálogo con TiempoSur. Luego, la pareja de Fanny agregó que el tamaño de la masa se encontraba tan avanzado que la misma estaba provocando que la línea de su cerebro se corriera de lugar volviéndose muy agresivo.

 

Los días después del diagnóstico

Al consultarle acerca de cómo vivió los días posteriores al diagnóstico, Leo nos comentó que Fanny se encontraba muy preocupada por su estado de salud: “Ella estaba preocupada. Lo que no quería era “quedar mal”, por así decirlo. Con el estado de ánimo que ella tiene y la fuerza de voluntad que ella tiene desde un principio la sacó de taquito. No tuvo ningún tipo de complicación ni nada por el estilo”, explicó.

 

La Cirugía

“Al momento de la cirugía para extirparle el tumor (en el año 2019) los profesionales neurocirujanos con la oncóloga le comentan que debido al estado de salud de ella y la edad que tiene era favorable e iban a hacerle la cirugía totalmente despierta si ella se animaba. Se animó, así que lo hizo. Pero eso trajo sus consecuencias. Después de la operación, ella no podía pasar por una carnicería porque la hoja de la carnicería, cuando empiezan a cortar los huesos, le llevaba el recuerdo ese. Esa es una de las consecuencias que tuvo. Pero, después de eso, la evolución de ella fue totalmente rápida. No quedó con ningún tipo de secuelas por la magnitud de la cirugía”, contó Leo.

Fanny luego de la cirugía 

Los resultados de la biopsia

Leo comentó a TiempoSur que una vez que el tumor fue extirpado le pudieron realizar los estudios pertinentes y descubrieron que era un tumor maligno de grado 2: “En su momento, ellos vieron que lograron sacarlo todo. Era una especie de masa. Lo sacaron, lo apoyaron en una bandeja quirúrgica que usan ellos y se reventó fuera. Por suerte, lograron sacarlo y no llegó a nada grave. Si eso explotaba adentro de la cabeza de Fanny iba a provocar una muerte cerebral. Por suerte lo lograron sacar”, agregó.

En poco tiempo, Fanny logró volver a su rutina diaria.

 

Acerca de cómo lo vivió él desde su lado, Leo explicó que “uno lo ve desde afuera de ella, más allá de que yo sea el marido. Incluso hasta sus familiares. Es una preocupación, porque uno quiere tratar de darle una mano o ayudarla y no podemos hacer nada. Y, al ella preocuparse o tirarse abajo anímicamente, que sí quiso tirarse en su momento, pero bueno, con el apoyo lo sacó de lado, pudo tomar fuerza y siguió. Con ponerse mal uno no gana nada, y tirarse abajo, menos. Hay que darle apoyo y fuerza a ella”, remarcó.

 

Fanny debió atravesar dos operaciones. Una en año 2019 y otra en el año 2022: “Esta segunda cirugía llevó a una intervención, que vendría a ser una tercera (intervención), porque había quedado un coágulo en la misma cirugía que le hicieron para sacarle de vuelta el tumor. Se ve que se dañó una venita, pero fue del otro lado. No del lado izquierdo, fue del lado derecho y eso dejó un sangrado y ese sangrado formó un coágulo. El mismo hacía presión en el cerebro, lo cual no permitía que ella se mantenga de pie, no permitía la evolución de ella. Tuvieron que intervenirla de urgencia y primero sacar el coágulo y segundo solucionar el tema del sangrado que tenía. Por suerte fue sin riesgo, no había complicación de nada, y ahí empezó su evolución: a mantenerse despierta, a volver poco a poco recuperándose, más que nada en el habla, el reconocimiento y todo eso”, remarcó.

 

Cómo está Fanny hoy

“Hoy está al 60% de lo que es ella normalmente. Quiere irse a Río Gallegos. Lo único que quiere es irse a su casa y ver a su papá y a su mascota, Bombona, su hija de cuatro patas, y ver a su gente. Está poniendo más de lo que ella puede dar, porque lo que quiere es irse a su casa. Anímicamente está muy bien, modula mucho mejor. Le falta muy poco a lo que era cuando empezó, que no modulaba y por ahí no se entendía lo que quería decir, no coordinaba, la oración no coincidía con lo que ella quería expresarse, pero hoy es otra cosa, hoy se hace entender. Ya está volviendo de a poco los recuerdos. Si bien ella en ningún momento perdió la noción de quién era su madre, quien era su padre, de nadie. Pero hay épocas y hechos de su vida que vienen de a poco a la memoria.  Recién hoy hubo movimiento en la parte de la pierna derecha. Fue leve, pero, fue por voluntad propia. Hasta hoy no había movimiento de nada de eso y la rehabilitación iba a empezar cuando lleguemos a Gallegos e iba a llevar su tiempo. Hoy, nos damos cuenta que está metiéndole muchas más ganas de lo que conlleva para su recuperación”.

 

Una nueva visión de la vida

“Con todas estas corridas y preocupaciones de esta cirugía, que fue distinta a la anterior, te hace cambiar. Porque uno, como experiencia propia, uno de mal agradecido no valora algo sencillo como un plato de comida. Yo veía cuando ella iba recuperándose, y le sacaron la sonda de alimentación, le iban llevando de a poca comida para que vuelva a alimentarse por sí sola y la alegría que ella ponía por un plato de comida y el agradecimiento a la gente que le llevaba me hizo meditar en lo sencillo, cosa que nadie lo hace. Un plato de comida en un Hospital todo el mundo sabe que a ninguno nos gusta porque viene sin sal y sin sabor, pero ella estaba contenta con eso, agradecida. Hasta el día de hoy, sigue agradeciendo lo que es un desayuno o una merienda que le llevan, un té o un pancito nomás y un poquito de mermelada. Lo que le lleves, ella lo sigue agradeciendo. Eso, por lo menos a mí, me hizo ver otro punto de vista de la vida. Pasar por esto me hizo ablandarme un poco y agradecer a los sucesos de la vida de uno. Ver que pase por algo un ser querido y que ponga su energía para poder recuperarse a mí me hizo cambiar. Ella sigue siendo la misma Fanny de siempre. Dolió verla cuando salió de las intervenciones, porque no era la misma Fanny que conocemos, que conozco. Me dio miedo que no vuelva a ser la misma. Pero, la verdad que está peleando y, día a día, demuestra de que si, de que va por el camino, que vuelve a ser la misma Fanny de siempre”.        

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