Andrés Fernández Cabral: “Siempre lo recordamos”

En la tarde de ayer, a 12 kilómetros del barco Marjory Glenn, veteranos de guerra junto con familiares se reunieron en el lugar en el cual falleció el héroe de Malvinas, Enrique Miguel Medina, en donde no sólo lo recordaron sino que también renovaron el lugar en donde se encuentra su homenaje.

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Enrique Miguel Medina fue un soldado que participó de la Guerra de Malvinas al igual que fue una pieza clave para la creación de lo que hoy conocemos como el Centro de Veteranos de Guerra José Honorio Ortega. También fue una de las personas que luchó incansablemente no sólo para malvinizar, sino también para que los veteranos puedan gozar de los beneficios con los que actualmente cuentan.

“A Enrique Miguel Medina -veterano de Guerra- lo conocimos en el regimiento con el cual fuimos a Malvinas (Regimiento 6 de Mercedes de la provincia de Buenos Aires) y él era suboficial allí. Fue conmigo a Malvinas, llegamos el 13 de abril de 1982 y, después, la vida nos encontró nuevamente acá en Río Gallegos y él ya se había retirado del Ejército”, contó a TiempoSur el veterano de la Guerra de Malvinas, Andrés Fernández Cabral.

Enrique, junto con Andrés, Alejandro Alegre y Juan Tula, fueron quienes idearon la creación del ahora reconocido Centro de Veteranos de Guerra que se encuentra en la capital provincial. “Por una idea del veterano Alejandro Alegre, conformamos el Centro de Veteranos José Honorio Ortega en 1990 y empezamos a trabajar en ese Centro, que es el origen de lo que fue después la Asociación que hoy es la que está funcionando. En los años 90 yo era el presidente, Miguel era el vicepresidente y Juan era el tesorero”, rememoró Andrés.

“En el año 1998, cuando se convirtió en Asociación, Enrique Medina fue el presidente. Desde esos años comenzamos haciendo muchas actividades de difusión y, por esos tiempos -apenas 8 años después de la guerra-, empezamos a malvinizar, dábamos charlas y gestionábamos todo lo que son los beneficios que vinieron después para los veteranos de guerra que en ese entonces eran llamados ex combatientes. Una de las actividades que tenía era nuclear a los veteranos de guerra de la provincia de Santa Cruz reuniéndolos para unificar criterios y objetivos comunes, difundir el tema de Malvinas a la población de acuerdo a nuestras vivencias personales, colaborar con la comunidad, difundir a la sociedad los beneficios sociales para los veteranos de guerra intercambiando información con otros centros”, agregó el veterano de guerra en diálogo con TiempoSur. 

Hace 20 años atrás, Enrique tuvo un trágico accidente automovilistico que le costaría la vida: “Lamentablemente Miguel, a quien le gustaba mucho la pesca, falleció en un accidente automovilístico en ese lugar donde fuimos ayer, el cual queda aproximadamente a 12 kilómetros del barco Marjory Gleen, en Punta Loyola hacia el sur, por el camino de los pescadores”. Sin embargo, Enrique dejó tras de sí un legado que tendría una gran importancia tanto para el futuro de los veteranos como para el proceso de malvinización.

“Allí alzamos un recordatorio, el cual ya estaba pero se cambió por otro. Estuvimos presentes la familia y otros veteranos de guerra. Hace 20 años que falleció en ese accidente y la sala principal del Centro de Veteranos de Guerra lleva su nombre”, agregó Fernández Cabral. 

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“Ha sido un hombre que ha trabajado muchísimo por la malvinización en aquellos primeros años y siempre lo recordamos” , concluyó Andrés.