Barrio Procrear: Perrito que fue apuñalado hoy tiene un final feliz

Rocky tiene solo cuatro años y ya pasó por dos dueños, ambos decidieron abandonarlo a su suerte. Luego, en el barrio Procrear encontró una familia cuya identidad será reservada y con quienes el can solo podría ser cuidado de manera temporal, lapso en el cual hace unos días por accidente se escapó y fue terriblemente atacado con un objeto cortopunzante por otro vecino, razón por la que su cuidadora intentó acelerar aún más la búsqueda de un hogar definitivo.

A pesar de ser un perro “dulce, amigable, carente de cariño, juguetón con los niños y un buen protector”, según describen sus cuidadores, las huellas de los traumas que le dejó la calle y la crueldad humana surgen cuando en determinadas situaciones de estrés se torna agresivo y territorial: “El pelear muchas veces es parte de las conductas a las que someten a estos perros, ya que su físico y mezcla fueron y son usados para peleas clandestinas”, lamentó la rescatista.

“Los invito a darles una oportunidad de conocerlos, darles cariño, toda conducta de amor es correspondida, quizás sea cuestión de intentar ayudar con adiestrador y trabajo constante”, señaló la familia transitoria de Rocky, quienes recordaban con cariño los paseos en el campo, cómo este jugaba a buscar lo que le arrojaban y toda la felicidad que les entregó el can.

Lamentablemente esta familia sabía que no podía tener por mucho tiempo al perro: “Es muy difícil no sentir nostalgia, pero es una forma de amar responsablemente, reconocer que no lo puedo tener”, reflexionó su rescatista, quien hizo todo lo posible para sanar las heridas físicas y emocionales de Rocky y de manera incansable insistió hasta encontrarle hogar.

Un trabajo en conjunto

Luego del ataque que sufrió el perrito, muchos vecinos del barrio Procrear se aproximaron a regalarle alimento, correas, cadena y bozal, todos acercándose al animal y apreciando con sus propios ojos la dulzura y cariño que entrega un ser que, a pesar de todo el daño causado, continúa confiando en una especie que en el pasado le hizo tanto daño y demostrando el inmenso corazón que puede tener un perro.

Además, un adiestrador de manera voluntaria se ofreció para mejorar los problemas comportamentales del perro, el cual en los próximos días se irá con Lucio, a quien los vecinos apodaron como “el héroe de Rocky”, ya que le dará una nueva oportunidad al animal y le entregará todo el amor y paciencia que siempre debió haber tenido.

Así como este can son cientos los perros que deambulan por las calles de Río Gallegos en busca de agua y comida. Muchas veces, la calle los vuelve fríos, temerosos o agresivos, situación que se podría revertir si más personas actuaran como hicieron en este caso y decidieran darles una nueva oportunidad a seres que, mayormente, siempre fueron vistos con indiferencia.