Buscan que el protocolo de esquiladores considere el control del trabajo en negro

Esta semana, la Provincia informó que el Ministerio de Salud y Ambiente y el CAP (Consejo Agrario Provincial), acordaron generar y autorizar un protocolo que permita realizar la actividad de esquila en el contexto del distanciamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de COVID–19.

Indicaron que el protocolo contempla varias acciones que deben cumplimentarse. De hecho, respecto a las mismas, el presidente del CAP, Javier De Urquiza precisó que el instrumento, básicamente hace hincapié en la necesidad de controlar el ingreso de los trabajadores de la esquila.

“En el caso de Santa Cruz, los trabajadores provienen de otras provincias del país. Contempla las obligaciones nacionales de transporte y fundamentalmente pone énfasis en el cuidado que se debe tener en el desplazamiento de las cuadrillas de esquila en el contexto provincial”, detalló.

Ingreso de las cuadrillas- De Urquiza también expuso que se determinó que se cumpla una cuarentena al ingresar a la provincia, la cual está delimitada por puntos estratégicos, en Zona Norte, los lugares asignados son Caleta Olivia y Perito Moreno, mientras en que Zona Sur es el Paso de Integración Austral.

“Una vez que las cuadrillas realizan la cuarentena, tienen que generar una hoja de ruta de los establecimientos donde van a concretar su trabajo con las medidas que el distanciamiento social, preventivo y obligatorio establece como la toma de temperatura, el uso del tapabocas o barbijos, distanciamiento entre operarios, sobre todo con los ingresantes a los galpones de esquila”, explicó.

Por otra parte, De Urquiza manifestó que a través de la puesta en marcha del protocolo se estima que la campaña que comenzará en el mes de agosto, se pueda llevar a cabo sin inconvenientes. “Se hizo un trabajo consensuado con el sector agropecuario, con las cuadrillas y contratistas de esquilas se asumen una serie de compromiso de partes y lo que queremos hacer básicamente es un trabajo muy importante con la zafra lanera que es una de las actividades productivas más relevantes de la provincia. La idea es que la misma pueda realizarse sin dificultades tanto en lo que se denomina esquila pre-parto entre los meses de agosto y septiembre y después la esquila pos-parto a partir del mes de diciembre”, detalló.  

Control laboral y habitacional- Enterados de esta situación, desde el gremio de la UATRE exigieron que, además del protocolo establecido por las autoridades provinciales, se tenga en cuenta la situación laboral de los trabajadores que integran las cuadrillas, ya que hay antecedentes lamentables en el comportamiento de algunos estancieros, lo cual años atrás generó denuncias públicas de parte de ese sindicato.

Marcelo Servin, secretario general de UATRE, expresó ayer a TiempoSur que hace no mucho tiempo atrás, trascendieron imágenes lamentables de las condiciones en las cuales alojaban a esas cuadrillas, con agua calentada en tachos a la intemperie con leña, excusados en el medio de la nada, trabajadores durmiendo sobre colchones con vellones de lanas.

“Es importante que se hagan los protocolos por la pandemia, pero también hay que hacer énfasis en el control, tanto laboral como habitacional”, manifestó el dirigente al tiempo que dijo que hay que establecer si vienen con las altas de AFIP y en qué condiciones van a estar, porque “suelen ponerlos a todos en una habitación para que duerman hacinadas hasta ocho personas”.

Servin expresó que el gremio saldrá a hacer los controles pertinentes a las comparsas de esquilas y los establecimientos rurales, pero pidió la colaboración del Estado. “Queremos saber si tienen la comodidad para el después de una jornada de trabajo, si tienen los elementos para higienizarse, para alimentarse” y subrayó: “Hemos visto situaciones de abandono, no solo con los trabajadores de la esquila sino de los peones que están permanente en los campos”.