Rescate de un mono carayá

Cynthia Galera: “Yeiko sufrió de mascotismo y nunca podrá volver a su hábitat natural”

Así lo dijo la responsable del Centro de Zoonosis y Control Canino de la Municipalidad de Las Heras, luego del conmovedor rescate de un mono carayá llamado Yeiko que fue retirado de un hogar donde había vivido años de maltrato. En una entrevista con Planeta Tiempo , la funcionaria detalló cómo sucedió el operativo y las difíciles condiciones que sufría el animal.

  • 26/12/2024 • 23:51

En la localidad de Las Heras, un mono carayá, conocido como Yeiko, fue rescatado hace un par de semanas tras haber vivido años en condiciones deplorables, maltratado y privado de su hábitat natural. El rescate fue realizado por el Centro de Zoonosis y Control Canino de la Municipalidad de Las Heras, encabezado por Cynthia Galera, quien brindó detalles sobre la intervención en diálogo con el programa Planeta Tiempo que se emite por Tiempo FM 97.5.

El caso se conoció la semana pasada, cuando recibieron una denuncia sobre un mono que vivía en cautiverio en condiciones deplorables. "El día martes recibimos la denuncia de esta situación, de este monito que estaba en un domicilio", explicó Cynthia Galera. El rescate se materializó al día siguiente, cuando, tras un allanamiento, pudieron retirar al animal del hogar. Galera agregó que el mono "sufría de mascotismo", un fenómeno donde un animal silvestre es domesticado y tratado como una mascota, lo que genera un gran sufrimiento.

Yeiko, un mono carayá macho, había sido separado de su madre cuando era muy pequeño y, a lo largo de su vida, vivió en cautiverio, alejado de su entorno natural. Según las autoridades, el tráfico ilegal de animales exóticos es una de las principales causas de este tipo de situaciones. "Lo que más impacta es que Sheiko fue separado de su madre y otros miembros de su especie", relató Galera, destacando lo cruel que es este tráfico. El mono llegó a la localidad de Las Heras hace aproximadamente seis años, según las versiones de los dueños, que indicaron que lo trajeron del Chaco.

Cynthia Galera añadió que aún faltan muchos detalles por esclarecer: "La justicia está investigando, porque hay relatos que se contradicen", señaló. Esto hace que el caso se convierta en un verdadero rompecabezas para los investigadores.

Según explicó la funcionaria, el maltrato sufrido por Yeiko fue severo. El mono pasó años comiendo alimentos no aptos para su dieta natural: "Comía pizza, empanada, pollo, cualquier cosa", dijo Galera, detallando cómo la dieta de Sheiko había perjudicado su salud. "Ellos son una especie que vive en los árboles y vive de frutas y ramas", explicó, resaltando lo contrario a su estilo de vida natural.

Además, el mono sufrió una atrofia muscular en sus extremidades debido a la falta de movimiento. "Tiene la atrofia y deformación de sus cuatro miembros, tanto manos como patas", relató Galera.

Este daño físico fue el resultado de vivir en un entorno donde el mono estuvo limitado en su capacidad de moverse libremente, algo esencial para su bienestar. "Él pasaba la mayoría de los días sobre el piso, comiendo mal y sin la posibilidad de moverse como corresponde. Dormía debajo de un calefactor, con perros y gatos", detalló.

En cuanto a las medidas legales, Galera explicó que los responsables del maltrato fueron detenidos temporalmente, y la justicia está investigando el tráfico ilegal de especies y el maltrato animal. "Ese día se fueron detenidos para tomarles declaración, y aparte es un delito que seguramente tendrá alguna multa", comentó. La legislación vigente establece que tanto el tráfico ilegal de animales como el maltrato animal son delitos graves, pero la falta de un marco legal sólido y las contradicciones en los testimonios dificultan una resolución rápida.

Respecto al futuro del animal, el panorama no es sencillo. "Lo más importante es que Yeiko ahora está en buenas manos, recibiendo atención veterinaria diaria. Está con antibióticos, medicación, analgésicos, con protectores, omega-3", explicó Galera, destacando los esfuerzos por mejorar su estado físico.

Sin embargo, la realidad es que la rehabilitación de Yeiko será complicada. "Probablemente nunca vuelva a la vida salvaje, porque ya lleva la mitad de su vida así", reconoció Cintia. El objetivo ahora es proporcionarle un ambiente adecuado donde pueda tener la atención necesaria.

 

El proceso de recuperación será largo y complicado. Galera mencionó que Yeiko se trasladará a un lugar donde recibirá fisioterapia y seguimiento médico para intentar mejorar su movilidad. "Se va a trasladar a un lugar donde va a tener todo lo que te digo. Lo que ya empecé a hacerle, le van a dar seguimiento", comentó. La idea es ver si, con el tiempo y con cuidados adecuados, Yeiko puede recuperar parte de sus habilidades naturales, como trepar árboles y alimentarse por sí mismo.

"De a poco, él tiene que empezar a reincorporarse, primero mejorarse él, y luego trabajar su cuerpo y sus habilidades", explicó Galera. Sin embargo, las expectativas son bajas en cuanto a que Yeiko pueda reintegrarse completamente a la vida salvaje. "Nunca va a ser igual que lo que estaba antes, jamás, pobrecito", lamentó, subrayando la crueldad del trato al que fue sometido.

la profesional también hizo un fuerte llamado a la conciencia de la comunidad sobre la tenencia ilegal de animales exóticos. "La gente tiene que tomar conciencia y aprovechar todas estas movidas que ahora hay. Si otro vecino tiene algún mono, que nos avise", dijo. Destacó que es importante que las personas comprendan que estos animales no son mascotas y que la tenencia de especies exóticas en casa tiene consecuencias muy graves tanto para los animales como para las personas.

"El maltrato animal es un delito grave, y las personas que lo cometen deben ser sancionadas. Pero lo más importante es tomar conciencia de que no podemos tener estas especies en nuestras casas. Si cada uno pone un granito de arena, podemos empezar a proteger a estas especies y a darles una vida más digna", concluyó Galera.