Cómo hacer grisines de queso crocantes

Esta receta para cocinar grisines de queso es tan fácil que sirve para sacarte de un apuro tanto en una merienda como en una picada. Son crocantes por fuera y tiernos por dentro, ideales para acompañar la picada con queso y salame o para comer con unos buenos mates durante la merienda. Ideal para loa fanáticos de lo salado.

Ingredientes:
– 450 g de harina leudante (o 0000 + 1 cdta polvo para hornear)
– 80 g manteca
– 100 g queso rallado (el que gusten, pero es mejor si es del estilo pategrás, regianito, parmesano, o mar del plata)
– 1 huevo
– 8 g sal
– 200 ml crema de leche espesa o queso crema

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Preparación:

Primero, agregar a la harina, la sal, el queso (previamente rallado) y la manteca fría. Es importante revolver bien la manteca en la harina, no deben quedar trozos sólidos a la vista. Después batir hasta que quede una masa con todo unido, pero no necesariamente homogénea.

Integrar el huevo con la crema a la mezcla que se formó y comenzar a unir pero sin amasar, simplemente apretando la masa. No es necesario que quede una masa perfecta y sin grumos, la idea es que quede como una masa irregular con estilo rústico.

Luego, extender la masa (pero no muy fina) en forma rectangular, aproximadamente de 10 centímetros, y pincelar la parte de arriba con huevo. Para darle un sabor aún más quesoso, se puede espolvorear con más queso rallado.

Finalmente, cortar los grisines de queso en tiras de 1 cm por 10 y colocarlas en una placa aceitada. Llevar a horno pre-calentado a 180° C por 10 o 15 minutos hasta dorar muy bien.