Río Gallegos

Conmovedor relato de una enferma: “Sabía que no iba a salir pero me gustaba imaginar que estaba equivocada”

Trabaja en el Hospital Regional y describió lo duro que se hace al llegar y ver que uno de los pacientes ya no está peleandola en su cama. "Me dormí llorando con él en mis pensamientos", contó. Horas después, el hombre falleció.  

  • 11/03/2021 • 12:31

Karina es enfermera del Hospital Regional de Río Gallegos y a través de su cuenta de Facebook compartió dos imágenes y un relato en el cual quedó plasmado el trabajo que llevan adelante día a día.

En un conmovedor contó contó lo duro que es el fallecimiento de cada paciente tras pelearle al virus juntos, con ayuda del personal médico, y el orgullo por la profesión

A continuación el escrito:

“Yo sé que no hay que involucrarse con los pacientes pero como no hacerlo si somos los únicos que podemos verlos, tomar sus manos, hablarles, darles ánimos, esperanzas, aliento, amor y consuelo; somos lo único que ven durante su estadía en una sala de internación, en este caso la terapia intensiva. Pero este señor, al que no conocía, es inolvidable como tantos otros que me marcaron y quedarán bien grabados en mi cabeza, en mi alma y en mi corazón. Jamás pero jamás voy a olvidar su carita de alegría y su sonrisa cuando le dije que lo peor ya pasó, que pronto se iría a su casa con su familia que lo espera, y así se durmió luego de ser higienizado y asentando con su cabeza q así sería..... Ayer, en mi guardia nocturna se notaba cansado, y como no estarlo ?! Nuevamente volví a decirle junto a mi colega q siga peleando, que nos ayude; limpie sus ojitos, lo acaricie un rato y le agarre su manito, hasta q se quedó dormido. Nos vemos mañana le dije!

Llegue a casa, y como hace mucho tiempo no lo hacía me brotaron las lágrimas de repente  pensando en él, yo sabía en el fondo que no iba a salir pero me gustaba imaginar que estaba equivocada; me dormí llorando con él en mis pensamientos y 6 hs después se fue, dejo de sufrir. Seguramente se vino a despedir. Hoy volví a trabajar y su cama estaba vacía.  Pero la guardia continúa como decimos, y así seguimos nosotros LOS ENFERMEROS, curando y cuidando.

No tengo dudas que hoy se encuentra en un lugar mejor, y a mí solo me consuela saber que ya no sufre más, que fue un placer haberlo atendido porque ellos sacan una parte de mí que muy pocas veces puedo demostrar, y a cambio él me regalo sus sonrisas. Volá alto J.A.

 Esta fue una foto tomada por mi colega mientras yo le hablaba y le agarraba la mano , y ella después de días me la envio. Gracias Norma. ORGULLOSAMENTE ENFERMERA”.