Aeroclub Río Gallegos

Cuatro pilotos unieron Río Gallegos con Malvinas en un monomotor

Se trata de una histórica travesía a las Islas Malvinas a bordo de un avión monomotor Cessna 182. A pesar de las complicadas condiciones meteorológicas y el reto de volar 740 kilómetros sobre el océano, la expedición fue un éxito. El presidente del Aeroclub, Juan Manuel Barozzi Behr, destacó en Tiempo FM 97.5 la importancia simbólica del viaje, vinculado tanto a la pasión por la aviación como al sentido histórico y emocional que representa para los argentinos el vínculo con Malvinas.

  • 22/11/2024 • 19:02

Un grupo de cuatro pilotos argentinos, que llegaron a esta capital desde Coronel Prínguez, provincia de Buenos Aires,, partieron este jueves desde el Aeroclub Río Gallegos a bordo de un Cessna 182 monomotor (matrícula LV-FPO) con destino a las Islas Malvinas. Los intrépidos lograron completar este histórica travesía en cuatro horas, despegando el jueves por la mañana desde la pista local.  Luego de cruzar el Océano Atlántico, el avión arribó sin novedades a Puerto Argentino, marcando un logro significativo para la aviación local y nacional.

Así lo destacó en el programa “La Sobremesa” que se emite por Tiempo FM 97.5, Juan Manuel Barozzi Behr, presidente del Aeroclub Río Gallegos, quien compartió detalles sobre este reto, y puso en valor el desafío que representa volar en un monomotor en una ruta tan extensa y complicada. “Lo principal de esta hazaña es el uso de un avión monomotor. Es un avión muy seguro, pero cuando el clima se pone difícil, es la única forma de mantenerse en el aire. Son 400 millas sobre el agua, más o menos 740 kilómetros, y requieren una gran concentración”, explicó Barozzi Behr.

Los pilotos, Alberto Obejero, Roberto Cazes, Christian Peinemann y Juan Carlos Guarco, emprendieron la travesía con un gran esfuerzo logístico respaldado por el Aeroclub.

Barozzi Behr detalló cómo el Aeroclub se encargó de proporcionar asistencia esencial, como resguardar el avión en el hangar del club para protegerlo de las condiciones adversas del clima patagónico y facilitar el alojamiento para que pudieran descansar antes de continuar.

Es la segunda vez que este grupo encara tal aventura. “Como en 2014, les ayudamos con la parte de logística. Resguardamos su avión en el hangar y los ayudamos a trasladarse a su alojamiento para descansar. Incluso compartimos una cena antes de su partida”, relató el presidente del Aeroclub.

Este tipo de hazañas se vuelve aún más simbólico considerando el contexto histórico de las Islas y la defensa de la soberanía nacional. “El tema de Malvinas siempre tiene un componente emocional muy fuerte para nosotros como argentinos. Es una oportunidad de conectar con la historia y, de alguna manera, traer un poco de esa memoria más cerca”, expresó Barozzi Behr. En este marco, el referente de la entidad local, sostuvo que “el viaje se llevó a cabo con el respeto mutuo y la buena disposición de las autoridades malvinenses. En esta segunda oportunidad, la llegada fue más sencilla. Ya los conocían, tenían una buena relación con la gente de allá, y eso hizo que el proceso fuera más accesible”, comentó.

El vuelo no solo resaltó el espíritu de aventura y la destreza de los pilotos, sino que también representó un vínculo emocional con las Islas Malvinas. Como bien señaló Barozzi Behr, “Lo que más nos toca es el tema de Malvinas. Es un conflicto cercano, y como argentinos, nos interesa poder estar allá y tener un vínculo más directo con ese territorio”.

Los pilotos estarán en las Islas durante unos días antes de regresar a Río Gallegos, en un vuelo que dependerá de las condiciones meteorológicas. El presidente del Aeroclub destacó la importancia de este tipo de iniciativas para fortalecer los lazos con Malvinas. “Ojalá que otros aviadores se sumen a esta causa. Siempre con respeto, porque la gente de las Malvinas no está cerrada a recibirnos, pero todo debe ser con respeto mutuo”, concluyó.

La travesía de estos cuatro pilotos fue celebrada como una verdadera hazaña, tanto por los integrantes del Aeroclub Río Gallegos, como por la comunidad aeronáutica local, que se mostró orgullosa de este desafío único y lleno de simbolismo.