El “Rey” de las calles: Full time en plena pandemia

La crisis por la pandemia repercutió en la economía y en las fuentes laborales. El peso pierde su valor y la gente baja su poder de compra a productos indispensables.

Sin embargo, los chicos y grandes siguen deleitándose con algunas golosinas tradicionales que no pierden vigencia, y más, si tienen la posibilidad de recibir el producto en su hogar.

Es el negocio que visibilizó hace un tiempo Alejandro, vendedor de algodones de  azúcar, pochoclos y garrapiñadas, quien trabaja en las calles en plena pandemia. Más conocido como el “Rey del Algodón”, Alejandro sale con su carro rojo y llama la atención en cualquier esquina donde estaciona temporalmente. 

“Este proyecto de tener un carro es un sueño que puede proyectar”, comentó el vendedor a Tiempo FM, quien dijo que el rubro “es así, por ahí vendés bien y por ahí no vendés nada”. 

Su emprendimiento rindió frutos en la página de Facebook donde empezaron a “llover” pedidos para que lleve pochoclo, algodón o garrapiñada a las casas de los clientes. “Hay otros colegas pochocleros que están trabajando poco, pero yo que soy joven estoy activo”, remarcó Alejandro y dijo que “no es fácil porque uno está pendiente de todo lo que está pasando” en relación al aumento de contagios por COVID-19. “Está jodida la cosa, la economía está mal y la gente solo te compra para los nenes”, advierte.

Para el Rey del Algodón, recorrer los barrios de la ciudad es una satisfacción, ya que los pedidos comprenden diferentes zonas donde tener que concurrir. “La gente te conoce y le llevás el producto a la puerta de la casa”, indicó para dejar en claro que “nunca hay que quedarse quieto, hay que meterle pilas y no aflojarle”. 

Por último, contó que viene construyendo su casa hace 7 años, pero estos últimos, con las ventas le permitió hacer la platea. “Juntando plata de a poquito y metiéndole pilas todos los días”, subrayó el vendedor.

Y culminó la entrevista con una frase esperanzadora: “Que la gente pelee por sus proyectos y su futuro todos los días”.