Turismo en Río Gallegos El último faro El camino a Cabo Vírgenes es menos adverso de lo que se cree. Eso sí, falta mucha señalización. Cien kilómetros de ripio separan a la capital santacruceña de uno de los atractivos turísticos en ruta. Reserva y cuidados a tener en cuenta. 18/01/2023 • 08:23 Detener audio Escuchar Llegar a Cabo Vírgenes desde Río Gallegos no es un viaje largo, al menos en distancia. Son poco más de 100 kms. los que separan a la capital santacruceña de la frontera final, siendo el último faro de la plataforma continental, ya que el siguiente punto nacional está recién en la Isla de Tierra del Fuego. Viajar a “La pingüinera” tiene ciertos prejuicios por parte de los vecinos y algunos de ellos son ciertos. El tramo no es largo en cuanto a la distancia. Son poco más de cien kilómetros que se deben recorrer en el desvío, siendo quizás la mayor complicación que se trata de un trayecto que no está asfaltado. La velocidad máxima que se puede alcanzar no sobrepasa los 80 km/h y dependerá del rodado que se conduzca y la habilidad de quien maneja. De todas maneras, que no esté asfaltado no significa que esté en mal estado. No es necesario tener una 4x4, aunque se debe transitar siempre con precaución para no dañar el vehículo. Se nota el trabajo de máquina realizado y en pocas partes se hace angustioso manejar. El gran problema es que la señalización es poca, casi tirando a nula. El viajero pocas veces sabrá, si viaja por primera vez, si está yendo por el camino correcto. Los carteles de todas maneras están en algunos puntos precisos, como el único cruce, que indica el camino que se debe tomar hacia Cabo Vírgenes. Durante el camino hay que tener sumo cuidado con los animales. Todo el viaje está lleno de la fauna regional, sobre todo del ganado ovino. No hay cercado que los separe de la ruta, por lo que las ovejas y sus crías se encuentran caminando por el lugar. Eso sí, en comparación con el guanaco, tienden a tener una mayor prudencia con los vehículos. Una aventura ideal para conocer y aprovechar en un día. Visitando Al llegar al lugar hay dos puntos a elegir: la bahía con la pingüinera o el faro. Cualquiera de las dos opciones ofrece una belleza turística única. Este martes 17 de enero, el lugar se encontraba repleto de turistas. Muchos de ellos europeos, otros tantos que venían en ruta terrestre para conocer el Kilometro 0 de la Ruta 40. Todas opciones válidas a la hora de disfrutar un escenario natural maravilloso, que está apenas a la vuelta de Río Gallegos y que, muchas veces por el mismo prejuicio de la gente hacia el camino, es desaprovechado por los vecinos de la localidad. Al llegar al lugar los guardaparques advierten: no se puede acampar, no se puede hacer fuego. Pasar la noche en el lugar es complicado y el viaje por lo general se hace en el día, ida y vuelta. Historia El museo es un lugar con un fuerte atractivo histórico. Al lado del faro, y dependiente de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, es una máquina del tiempo hacia el pasado. Fue inaugurado en diciembre del año 2003 y se mantiene a la fecha como el baluarte del lugar. La historia naval y náutica es muy rica. Cuenta una enorme historia de todos los exploradores que llegaron al lugar y que forjaron los primeros pasos en la Patagonia. Reúne objetos, documentos oficiales, información, datos históricos y cartografía del lugar; En este sentido se refaccionaron otras dos viviendas para albergar a los investigadores que cada año desarrollan trabajos de campo en el extremo sur del país. En 2010, y a partir de un convenio suscripto entre la casa de altos estudios, el Consejo Agrario Provincial, la Fundación UNPA y la Estancia Monte Dinero, se inauguró un Centro de Rehabilitación de Pingüinos de Magallanes dentro de la Reserva Faunística, con la finalidad de estudiar, controlar y proteger a la colonia de más de 200 mil ejemplares, que cada año anida en la zona. Mira TambienEfecto Mundial: los campeones ya suman 15 goles a un mes del título en Qatar La pingüinera Uno de los atractivos turísticos claves que tiene Río Gallegos es la reserva natural. Allí los pingüinos, la mayor población de la Patagonia en cuanto a estas aves, pueden ser observadas por los viajeros. Se trata de una de las fotografías más icónicas del extremo sur de la Argentina, que despierta no solamente nostalgia sobre la historia del territorio, sino también plantea un horizonte hacia dónde ir. La unión de las aves con el inquebrantable espirativo de las oleadas, no hacen más que reafirmar la belleza del suelo patagónico santacruceño. Esta reserva es un área protegida de 1230 hectáreas, situada entre Punta Dúngeness y Cabo Vírgenes. Fue creada mediante la sanción de la Ley Provincial N° 1.806, en junio de 1986, con la finalidad de proteger a una de las colonias de pingüinos magallánicos más importantes y australes de nuestro país. La gestión y la conservación de esta reserva -hasta ese entonces la Estancia Monte Dinero- se encuentra a cargo de la Dirección de Fauna Silvestre, dependiente del Consejo Agrario Provincial. Tiene como objetivo, además, conservar su ambiente biodiverso de flora y fauna, recuperando y manteniendo el suelo, así como también reintroducir especies autóctonas en su hábitat. De este modo y por todos estos motivos, Cabo Vírgenes es un refugio en medio de la naturaleza, que invita a todos sus visitantes a recorrerlo y a vivir una aventurera experiencia, combinada con la historia patagónica, la cultura, la ecología y un ambiente solitario que transmite una paz y tranquilidad únicas. Temas turismo Río Gallegos Cabo Vírgenes Lás más leídas en Info General 1 Río Gallegos inicia la semana con temperaturas frescas Santa Cruz 2 Javier Milei avanza con la fusión del INTA y el INTI Santa Cruz 3 Nostalgia: Recordando al querido Cine Carrera de Río Gallegos Santa Cruz 4 Torres destacó el avance de la Justicia en la investigación por los incendios Santa Cruz 5 Se clausuró el servicio de acampe ilegal en Lago Gutiérrez Santa Cruz