Elon Musk no inventó nada con Tesla, sólo le adelantó el reloj

El fundador de la Tesla que se se empezó a quedar Elon Musk desde 2004 había muerto pobre 60 años antes, pero dejó en el ADN el nombre y la impronta a la compañía norteamericana pionera de la alta tecnología que el hoy segundo hombre más rico del planeta proyectó al futuro con los vehículos eléctricos y el automanejo.

Tesla Motors, el fabricante estadounidense de automóviles eléctricos, paneles solares y baterías para autos eléctricos y almacenamiento de energía en el hogar, fue fundada en 2003 por los empresarios estadounidenses Martin Eberhard y Marc Tarpenning y recibió su nombre del inventor serbio un año después de su inicio de operaciones.

Musk invirtió en Tesla en 2004, convirtiéndose en uno de los primeros en la empresa.

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De presidente del consejo de administración y arquitecto de productos, finalmente fue a ocupar el cargo de director ejecutivo de la compañía en 2008.  Destinó más de 6,5 millones de dólares para la ronda inicial de inversión en la fábrica, sita en San Carlos, California, Estados Unidos.

El germen se lo había dejado de legado el creador de Tesla, físico, matemático, ingeniero eléctrico y mecánico y célebre inventor, un verdadero visionario muy por delante de sus contemporáneos en el campo del desarrollo científico, que revolucionó la teoría eléctrica desarrollando las bases para la generación de corriente alterna (AC).

Hablaba 8 idiomas, inventó la radio, el control remoto y la corriente alterna, con la que se ahorra alrededor del 60% en la factura eléctrica mensual, y posee más de 300 patentes.

Resultaba ser, sin embargo, mucho menos problemático que Thomas Edison (su archirrival), quien solía pagar a los niños para que robaran perros y gatos para poder electrocutarlos y demostrar que la versión de la electricidad de Nikola era más peligrosa. No lo fue... La corriente alterna es mucho más segura.

El serbio Tesla era muy creyente y su autobiografía lo corrobora: “El don del poder mental proviene de Dios, el Ser Divino, y si concentramos nuestra mente en esa verdad, nos sintonizamos con este gran poder. Mi Madre me había enseñado a buscar toda verdad en la Biblia; por eso Dediqué los siguientes meses al estudio de esta obra”, escribió.

Reconocimiento

“Es un hecho sociológico que Elon Musk tomó el nombre de Tesla y lanzó a Nikola Tesla a la estratosfera”, dice Marc Seifer, autor de “Wizard: The Life and Times of Nikola Tesla, quien ahora ha vuelto a salir a la popularidad y “está recibiendo el reconocimiento que le corresponde”.

Elon Musk, un emprendedor y visionario que también fundó PayPal y SpaceX, nació en Sudáfrica, y tras realizar su matrícula en diferentes centros académicos, fue en la Universidad de Pensilvania donde se licenció en Economía y Física.

En 1995, junto con su hermano Kimbal, fundó la empresa de software web Zip2, que fue adquirida por Compaq cuatro años después por una cuantía que rondaba los 307 millones de dólares.

Con los beneficios que obtuvo de esta provechosa venta, fundó el banco línea X.com, que en el 2000 realizó una fusión con Confinity para constituir lo que hoy conocemos como PayPal.

Negociaciones por la patente

Uno de los grandes obstáculos que Elon Musk tuvo con Tesla fue hacerse de la titularidad de los nombres, como en el caso de Tesla Motors, por el cual tuvo que pagar 75,000 dólares.

Había sido registrado en 1994 por un hombre de la ciudad de Sacramento, Estados Unidos, llamado Brad Siewert, intuyendo que el apellido del inventor podría ser requerido por alguien que posteriormente lo desee, práctica que también es común en quienes registran los dominios web de marcas que tienen potencial futuro.

El punto es que Tesla casi lleva un nombre muy diferente, ya que el plan ‘B’ de Elon Musk y asociados era llamar la compañía con el nombre de otro inventor, Faraday.

Para adquirir el dominio Tesla.com, la compañía debió pagar 11 millones de dólares, de acuerdo a un informe periodístico. Quería a toda costa el nombre del inventor serbio como dominio básico.

Musk dijo en Twitter que el suceso requirió una “increíble cantidad de esfuerzo” para comprar el dominio a Grossman, quien a través de una entrevista confirmó oportunamente que Tesla finalmente había comprado el nombre de dominio, y que tenerlo era más problemático de lo que valía la pena mantenerlo.

“Se estaba convirtiendo en una carga”, dijo Grossman en la ocasión, “a pesar de estar aislado por el esquema de privacidad de mi servidor, la gente todavía me localizó”.