Feria del Día Internacional del Artesano

La Sociedad Rural de Río Gallegos fue el epicentro de una de las ferias más esperadas por los artesanos de la localidad: la Feria del Día Internacional del Artesano. La misma contó con la participación de decenas de artesanos locales al igual que una variada propuesta gastronómica.

Norma Agostini, del emprendimiento “Norma Joyas” y quien se dedica a realizar joyería en acero quirúrgico, dialogó con TiempoSur acerca de su emprendimiento y cómo surgió la idea de volverse artesana: “Me dedico a la joyería hace 7 años. Antes hacía otro tipo de artesanías que era la repostería: dulces, licores, etc. Pero ahora estoy más tranquila haciendo esto. Todo lo que hago es en acero quirúrgico y piedras. Se trata de hilvanar distintas argollitas para hacer pulseras o gargantillas y demás y, si no, trabajar con cadenas que se consiguen por metro y se las fracciona, se hacen distintas cosas. También trabajo con otro material que va con el acero quirúrgico que es el acrílico. Todo es inalterable e hipoalergénico”, explicó.

Debido a un suceso en su vida, Norma decidió dejar la repostería a un lado y dedicarse a realizar joyería artesanal: “Pasó que tuve la enfermedad de mi esposo y, tras mucho tiempo en Buenos Aires, me alejó de ese tipo de tareas. Después, cuando retomé, me pesaban un poco más los años y me pareció que tenía que buscar una actividad más tranquila. Se me enfermó una hija, volví a estar mucho tiempo en Buenos Aires, y como actividad para pasar horas en el sanatorio, se me ocurrió hacer estas cosas”, rememoró Norma.

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La pandemia y los artesanos

Al ser consultada por este medio sobre cómo la pandemia por Coronavirus afectó su emprendimiento, Norma explicó que la misma le afectó por el lado de que “no hubo ferias, pero yo en mi casa seguí trabajando y subiendo el material que hacía, entonces iban a mi casa a buscar cosas. Me afectó en el hecho de que fue mucho tiempo encerrada y no hubo tanta venta, pero siempre va alguien a mi casa a buscar algo, un regalo o alguna cosa. Una vez que retomamos la feria ya cambió todo”, explicó la artesana.

“A mí me encanta esto porque uno se distrae, toma contacto con gente que conoce y también con algunos que recién conocemos. Es muy lindo, aparte encontrás que la gente que viene te llena de agradecimiento por lo que hacés. Eso te llena el corazón. Para mí es muy importante a la edad que tengo, es un mimo. Por eso sigo”, concluyó Norma.