Fuga en el acueducto y consumo excesivo complicaron el suministro de agua

Este fin de semana, Río Gallegos vivió una situación de emergencia vinculada a la falta de agua en varios barrios de la ciudad. El presidente de Servicios Públicos Sociedad del Estado, Jorge Avendaño, brindó detalles sobre el incidente que afectó a miles de vecinos, explicando las causas, las medidas adoptadas y el futuro del suministro en la ciudad.

Los inconvenientes comenzaron el sábado a la tarde, alrededor de las 14:00 horas, cuando se detectó una importante fuga de agua en el acueducto que abastece a la ciudad. "Las guardias que van hacia Palermo detectaron que había una pérdida importante en la salida del acueducto, que es de cemento y de 700 milímetros de diámetro", relató Avendaño.

El equipo técnico identificó que la fuga se originaba en la zona donde se encuentra un tanque elevado, conocido popularmente como "hongo". Allí, un componente crucial del sistema, que une los cabezales de los caños, se había descalzado después de más de 40 años de funcionamiento.

El trabajo para reparar la fuga fue arduo y requirió de un despliegue logístico significativo. Avendaño explicó que "se comenzó a trabajar a las 5 de la tarde con equipos de grúas y retroexcavadoras. Fueron horas de excavación para descubrir toda la cañería y asegurar que no hubiera riesgo de caída de material sobre los operarios". La labor se extendió hasta las 4 de la madrugada del día siguiente, con equipos que trabajaron sin descanso.

Pese a la rápida respuesta de los operarios, el agua no podía ser bombeada inmediatamente, lo que provocó una descompresión de la red y afectó gravemente el suministro en la ciudad. "Cuando se pararon las bombas, la planta entregó el agua disponible y la red fue vaciándose", agregó el presidente de Servicios Públicos.

Temperaturas extremas y consumo excesivo

A la complejidad técnica de la reparación se sumaron las altas temperaturas que hubo en la ciudad durante el fin de semana. Avendaño detalló que, además del corte imprevisto, los vecinos no respetaron las recomendaciones de conservación del agua, lo que exacerbó la crisis. "Se había avisado con tiempo para que la gente cuidara el agua que tenían en sus tanques, pero igual vimos que muchos estaban regando, lavando autos y baldeando las veredas", comentó. Esta falta de colaboración, sumada a las altas temperaturas, complicó aún más la normalización del servicio.

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La respuesta a la emergencia

A pesar de los esfuerzos para reparar la fuga y restaurar el servicio, Avendaño reconoció que la descompresión de la red llevó tiempo. "Esto lleva más de 24 horas, en algunos casos hasta 48 horas. Es un proceso complejo y largo", explicó. Sin embargo, aseguró que el sistema estaba siendo recuperado gradualmente: "Aspiramos a que esta noche -por este lunes- ya se normalice el servicio y las presiones del agua en la mayoría de los sectores de la ciudad, aunque algunos barrios más alejados podrían seguir con problemas".

Cuando se le consultó sobre el estado del acueducto y si se preveía su renovación, Avendaño explicó que "el acueducto tiene más de 40 años, pero las cañerías de cemento están en buenas condiciones, salvo cuando se presentan fallas en válvulas de aire o por algún golpe de aliento importante", indicó. Según el presidente de Servicios Públicos, las roturas en el sistema son poco frecuentes, y el mantenimiento constante ayuda a mantener el servicio en funcionamiento.

Además de los problemas con el agua, Avendaño también se refirió a la situación de la energía eléctrica en la ciudad. Durante el último año, la situación de los generadores eléctricos fue uno de los principales desafíos del sector. "Cuando asumimos, la reserva de generadores estaba en muy malas condiciones. Teníamos solo un grupo funcionando, y no de manera óptima. A partir de enero, trabajamos intensamente en repararlos y hoy tenemos tres generadores en perfecto estado", señaló. Estos generadores pueden proporcionar hasta 45 megavatios, un incremento significativo respecto a los 16 megavatios con los que la ciudad debía operar anteriormente.

Con la llegada del fin de año, Avendaño también hizo un balance de su gestión. "Recibimos una empresa en muy malas condiciones, tanto en el sistema de agua como en el de energía. Hemos logrado mejoras significativas, especialmente en lugares como Caleta Olivia y Puerto Deseado, que antes recibían agua cada 12 o 14 días, y hoy la reciben en 24 o 48 horas", destacó. A pesar de los avances, señaló que aún queda trabajo por hacer y que las inversiones necesarias son elevadas. "No se trata de un milagro, hay que seguir trabajando con equipos técnicos y profesionales que están comprometidos", aseguró.

Finalmente, Avendaño se mostró optimista sobre su continuidad al frente de Servicios Públicos. "Tengo la fe de que seguiré al frente, pero cualquier decisión es responsabilidad del gobernador. Estamos convencidos de que hemos hecho un buen trabajo, a pesar de los desafíos", concluyó.