Integrantes de pueblos originarios cruzan Chubut en medio del temporal

Para las naciones originarias, correr no es simplemente una actividad física, sino un acto ceremonial. Los antepasados y ancianos han enseñado que correr con un propósito sagrado refuerza la conexión del ser humano con la naturaleza y el cosmos. Las Jornadas de Paz y Dignidad son una carrera tradicional continental que busca celebrar y mantener vivo este legado ancestral, representado por las comunidades indígenas de todo el continente americano.

Este evento tiene sus raíces en el año 1992, cuando se conmemoraron 500 años del “descubrimiento” de América. Las jornadas nacieron como una manera de detener los lamentos por lo perdido durante la conquista y, en cambio, centrarse en rescatar la dignidad y el legado ancestral. También fue una respuesta a la profecía centroamericana que predice el día en que el águila y el cóndor, símbolos de los pueblos del norte y del sur, volarán juntos nuevamente. Esta historia y su significado son de gran importancia y deben ser conocidas y reconocidas por todos.

Uno de los corredores de las jornadas explicó: "Es una Jornada de Paz y Dignidad que se realiza cada cuatro años. Hay una flecha que arranca desde Ushuaia y otra desde Alaska. El encuentro será en Colombia, el 29 de noviembre de este año. Tenemos cinco meses para llegar a Colombia. Esta carrera se realiza en honor a todos los pueblos indígenas de América."

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En medio del temporal de nieve que azota la región, cada paso que los corredores dan en su ruta es un acto sagrado que conecta el cielo y la tierra. Los chaskis, corredores mensajeros, presentan los bastones ceremoniales ante el Océano Atlántico en un acto de agradecimiento y honor por el camino recorrido. En su paso por Chubut, la flecha ha sido recibida con calidez y apoyo por las comunidades locales de Caleta Olivia, Comodoro Rivadavia y Sarmiento, con el respaldo de la agrupación @cariciasparaelalma68, cuyo apoyo ha sido fundamental para los corredores, quienes expresan una profunda gratitud.

Este movimiento, que celebra la unidad en la diversidad, agradece a todas las personas y voluntades que acompañan este propósito mayor. En palabras de los participantes: "JALLALLA FAMILIA!" (¡Viva la familia!). Así, las Jornadas de Paz y Dignidad continúan su marcha, conectando corazones y honrando la tierra, en un viaje que trasciende fronteras y culturas.