Relatos de vida Joaquín García, cuidando el patrimonio Joaquín García, vecino de la ciudad de Río Gallegos, a sus 74 años, nos recibió para contarnos un poco de su historia, cómo llegaron sus padres y, sobre todo, el cuidado que tiene por su ciudad y su hogar de más de 115 años a día de hoy. 02/12/2020 • 12:44 Detener audio Escuchar En la recorrida que realiza el móvil del Multimedio Tiempo, se encuentra en esta ocasión con la historia de Joaquín García, un vecino que a sus 74 años nos recibió y relató parte de su vida, sus primeros años, su trayectoria en el Municipio y cómo el cariño de proteger su patrimonio se volvió parte de su vida hasta sus últimos días de vida. Joaquín García Acá comienza el relato de Joaquín, un clásico vecino nacido y criado pero que, sin embargo tras él, hay una historia de descendencia española trabajadora. “Nací el 15 de enero de 1947, acá en Río Gallegos, soy hijo de inmigrantes, mis padres eran españoles como mis abuelos. Mi abuelo llegó en el año 1907 y mi padre llegó en 1920”. “Mi abuelo se llamó Sabino Arguelles, mi padre Manuel García Menéndez y mi madre Argentina Arguelles, los dos eran de España, provincia de Asturias, vinieron para Argentina para buscar un mejor porvenir, la situación de la época en ese tiempo era muy mala en España, en realidad todas las familia buscaban eso, nuevas fronteras para trabajar. Sabino, por ejemplo, vino a tierras argentas con cuatro hijos de España, en un primer momento fue a Punta Arenas, en Chile, ya que en esa época los barcos no entraban a la Ría, venían todos a aquel lugar primero, venían barcos desde el Pacífico y de Chile para Río Gallegos venían todos en carreta”. El abuelo era herrero, se dedicaba a herrar caballos, a arreglar carretas, hacía llantas para las mismas, etc. después de estar un tiempo en Gallegos se fue a Puerto Coyle, un pueblo que con los años desapareció, al cambiar rutas, caminos, de pueblo en pueblo, se esfumó como otros pueblos de la época. “Mi papá cuando llegó a Gallegos tenía solamente 16 años, en ese entonces había una señora Menéndez casada en Gallegos con un señor Susacasa, al parecer parientes de mi papá, ellos tenían una panadería y lo metieron allí para empezar a trabajar como panadero”. “Mamá no trabajaba, ella solamente era ama de casa, no era común que las mujeres trabajaran en la época, era muy raro, quizás no había necesidad o no era costumbre de que trabajaran, la mujer que trabajaba solo lo hacía como empleada doméstica, ahora comercios y eso era muy poca la cantidad, siempre en la casa”. Infancia Entre risas, comienza a recordar su niñez y me hacía aguardar unos minutos hasta lograr viajar a través del tiempo, en esas épocas donde salir afuera con amigos era lo más sano y seguro. “Recuerdo muy bien mi niñez, una niñez muy tranquila, feliz, jugaba mucho con todos los amigos del barrio, al no existir tecnología como la Play, celulares, pantallas, apenas un teléfono fijo en la casa. Era una infancia linda, ir a la escuela, jugar afuera”. “Antes de estar en esta casa que estoy actualmente, habíamos vivido en la calle Vélez Sarsfield, casi Zapiola, allí había muchos chicos de mi edad, siempre había con quien jugar, la vida en esa época era totalmente distinta y los niños disfrutaban más que ahora creo yo”. “Mis años por la Escuela Nro. 1 fueron un poco difíciles, la educación de la época era muy estricta, los profesores al ser tan rectos no te dejaban pasar una, por otro lado, el compañerismo era muy bueno, la época en sí te mostraba las cosas de otro modo”. “Delivery” Una de las anécdotas que recuerda de su infancia era el trabajo de su padre como panadero. “Yo siempre me río cuando escucho en toda esta pandemia el término extranjero de “delivery”, al hablar con amigos y demás cuando hablamos por teléfono aclaramos que es reparto a domicilio”. “En la época en la que mi padre tenía su panadería, la gente iba a comprar el pan religiosamente todos los días, pero habían clientes fijos los cuales vivían lejos para la época, pedían el pan diariamente, no existían los teléfonos, el panadero, en este caso mi padre, ya sabían quiénes eran sus clientes fijos, todos los días en la mañana salían y parte de la tarde a repartir el pan casa por casa con un carro y un caballo, a lo mejor por medio kilo de pan recorrían media ciudad pero era el cliente que tenía el panadero”. “Las distancias eran muy complejas en la época en la que te hablo, para que te des una idea, por ejemplo: desde Vélez Sarsfield y Zapiola hasta la calle 19 de Diciembre hoy en día es un paso, en esa época era como del centro al San Benito y era una de las últimas visitas que realizaba ya que le llevaba mucho tiempo”. Gallegos Un antes y después que claramente pasó para Joaquín y lo expresa de esta forma. “Por supuesto desde el año ‘47 hasta la actualidad, era totalmente diferente a lo que es hoy, en esa época era un pueblucho, ahora es una ciudad importante, ha crecido mucho. Si tengo que hablar de cambios también lo tiene, en la parte social, en lo cultural, en la parte económica, en todo”. “Se extraña, no lo voy a negar, las costumbres de esa época, no habían tantos supermercados, había solo uno grande, de lo que al pasar los años iba a ser una gran cadena como lo es el de La Anónima, luego estaban los almacenes de barrio, habían unos cuantos y eran majestuosos. En cuanto a lo cultural, era muy activa esa parte, había gente que hacía teatro, hacían música en ellos, presentaciones especiales y demás, todo dirigido para las familias”. “Otro de nuestros lugares para distendernos eran los cines, fíjate que estamos en 2020 y no contamos con un cine como la gente, en aquel entonces teníamos nuestro cine, el reconocido Cine “Carreras”, era un lugar importantísimo, lo había hecho el señor Luciano Carreras, en la década del ‘40, tenía una capacidad para casi mil personas aproximadamente. No solo cine, sino que participaban personas de teatro, artistas y ahora con la diferencia que no tenemos un lugar adecuado para ir a ver una película”. “Recuerdo que el propietario del Carreras prestaba las películas que pasaba en su cine a un pequeño teatro del Salesiano y ellos la proyectaban ahí con una entrada mucho más accesible, una sala pequeña con la que compartí muchas películas con amigos de mi barrio”. ¿Qué significa la casa para vos? Voy a parafrasear a alguien, para mí casa es mi lugar en el mundo, acá yo soy muy feliz, me da mucho trabajo en cuanto a tener que mantenerla, es una casa de más de 115 años, lleva tiempo lograr mantenerla, paredes, interior, el jardín que me tomo el tiempo en cada mañana regarlo, yo no me voy de acá hasta que me muera. Siempre fui amante de la arquitectura del Gallegos de antes, por ahí algunas personas pensaran que son ranchos viejos y sí, son ranchos viejos de más 100 años, pero aprecio y soy fanático de mi ciudad, sus casas, sus formas, sus colores fríos, eso me gusta. El trabajo de preservar El patrimonio de la ciudad es muy importante y necesitamos cuidar lo que nos queda de historia, a veces reniego por cómo se manejan algunas cuestiones, pero aún así soy fanático de mi ciudad. Mientras trabajé en la Municipalidad durante 30 años, a cargo de la Dirección de Ornamentación y Festejos, la gente con la que trabajaba me hicieron el pedido de por favor comenzar con la restauración de museos y en especial la casa del Dr. Fenton, al ser un aficionado con el tema con mi propia casa, lo acepté con mucho gusto y comencé con ese trabajo, restauramos la casa y pusimos en funcionamiento el museo. Después me dediqué a restaurar un pequeño museo cerca de la Cámara de Diputados, sobre la calle Alcorta, donde en algún momento vivió el gobernador Gregores, actualmente un pequeño museo que no le han dado tanta relevancia hasta la actualidad. Al tiempo durante la gestión de Freddy, la Municipalidad también trabajó conmigo en la restauración sobre la casa de la abuela Paredes, un gran trabajo y que Prefectura tendría que haber continuado con su cuidado y preservación, cosa que no se pudo lograr y que quedó también abandonada. Gallegos a día de hoy Algo que me indigna mucho es el trabajo que están realizando con la plaza San Martín, que la cerraron para arreglarla, ya estamos prácticamente a fin de año, no terminaron nada, está totalmente abandonado, no tienen plantas, le falta mucho y no veo avances. Esto de ensanchar la avenida, tampoco me deja conforme, no hacía falta me parece, fíjate los años que tienen los canteros centrales de la avenida y siempre funcionó, en mi opinión, están sacando más espacios verdes aún, dejando una cosita angosta en medio del asfalto, hubieran cuidado esos canteros y haber agregado más plantas, ahora los pocos pinos que están allí corren riesgo de morirse por el mal espacio que les va a quedar. Comprendo que los trabajos llevan tiempo, pero si me dieran la oportunidad de regresar por un momento a mi antiguo trabajo estaría trabajando en tantas cosas y haciendo lo posible para resguardar nuestro patrimonio histórico, fíjate que las casas viejas son contadas con los dedos de las manos, la Catedral queda intacta, la parte vieja del Colegio María Auxiliadora, el Museo de los Pioneros y unas cuantas más. Debemos levantar la imagen de la ciudad que a día de hoy deja mucho que desear, una lástima que se haya perdido la arquitectura del viejo Gallegos. Temas Relatos de vida 300x250x6300x250x7300x250x10300x250x12 Lás más leídas en Info General 1 El Precio del Oro en Aumento: Un Análisis del Mercado Santa Cruz 2 El tiempo en Río Gallegos Santa Cruz 3 La obra de la Autovía comenzará esta semana Santa Cruz 4 TiempoSur cumple 28 años: comprometidos con la información y desarrollo de la Patagonia Santa Cruz 5 Marcela Vega: "La obra comenzará por etapas con mano de obra municipal" Santa Cruz