Jorge García Cuerva: “Las guerras empiezan primero en el propio corazón”

El Obispo de Río Gallegos, Monseñor Jorge García Cuerva, estuvo en diálogo con el programa Cambalache que se emite por Tiempo FM 97.5 Mhz, desde Ushuaia, donde estuvo en un encuentro interreligioso.

“Esta jornada por la paz que fue organizada por la colectividad musulmana, hubo representantes de las otras iglesias cristianas-evangélicas, también representantes del judaísmo y yo en el caso de los católicos”, dijo el obispo al respecto.

Además, comentó que invitó a todos los que fueron al encuentro de participar de una misa que realizará mañana en donde estarán “rezando por la paz”. “Más después de todo lo que pasó hoy en la madrugada, que es el inicio de la guerra en Ucrania. Todos tenemos la esperanza de que esto no tiene que volver a pasar, las guerras empiezan primero en el propio corazón, desgraciadamente todavía seguimos creyendo que la violencia es camino para algo y solo es camino para destruirnos entre nosotros”, manifestó

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Agregó que hay que dialogar. ”El dialogo tiene que tener la valentía de que el otro me diga quizá parte de la verdad que yo no consideraba, o que el diálogo me signifique a mi tener que abrir la cabeza y de repente dejarme enriquecer por la posición del otro. Creo que el dialogo exige valentía, porque de alguna manera te hace entrar en un terreno de cierta inseguridad: no sos el dueño de la verdad, no sos el único que controla la situación, no sos el único que habla”, aseguró.

Siguiendo esta línea, sostuvo que los dirigentes religiosos tienen que ser “mediadores y no intermediarios”, porque “el mediador es el que se desgasta y se desvive, no buscando el propio interés, sino realmente buscando que las partes se acerquen y puedan llegar a algún tipo de consenso, en eso creo que nosotros tenemos una responsabilidad enorme. El intermediario, en el fondo, siempre busca un propio interés”.

Por último, comentó que viajará a Roma. “Estoy viajando a Roma el 23 de marzo. El Papa Francisco me convocó por dos motivos, por un lado la congregación de los obispos, que ustedes saben, es una de las tareas que me confío el Papa; y, después, la posibilidad de encontrarnos y conversar”.