2 de abril

José Honorio Ortega, nuestro soldado

Hablar de él es sinónimo de orgullo y heroísmo para los vecinos de Río Gallegos. Nacido en estas tierras, hoy su figura es rostro en murales y nombres en colegios. Sus padres aún lo recuerdan y llevan con orgullo su nombre.

  • 02/04/2024 • 07:35

José Honorio Ortega nació un 21 de julio de 1963 en Río Gallegos. Hijo de José Ortega y María Cárcamo, es el único soldado nacido en estas tierras que perdió la vida en la Guerra de Malvinas. Es menester recordarlo porque se trata de una figura de heroísmo y camaradería, sentimiento que hoy es palpable en la comunidad. Sería injusto hablar de José solamente durante el mes de abril, porque las causas por las que él dejó su vida en aquellas frías tierras alejadas del continente, siguen más vigentes que nunca. Hoy nuestro joven héroe es conmemorado, recordado y homenajeado por los vecinos de la capital santacruceña. Su rostro cubre murales y su nombre ha sido impuesto en colegios y jardines.

Sus padres asisten a cada homenaje sobre la causa Malvinas y el Centro de Veteranos capitalino porta su vivo nombre. José se convirtió no solamente en un héroe local por su lugar de nacimiento, sino que se convirtió en un símbolo de los vecinos de Río Gallegos que han tomado su lucha y su bandera con un grito de soberanía que no tiene fin.

Durante muchos años su cuerpo estuvo presente en el cementerio de Darwin sin ser reconocido, bajo la leyenda de "Soldado Solo Conocido por Dios", junto al de tantos otros soldados que quedaron allí sepultados. Finalmente, en el año 2018 se logró al identificación de sus restos en la necrópolis dispuesta en las Islas Malvinas.

En aquel entonces, su madre brindó un informe detallado de los estudios de ADN que realizaron los profesionales del organismo científico argentino para corroborar la identidad, "el cual nos permitió saber que se trataba de José y, a partir de ahora, sabemos dónde está enterrado", precisamente en la Parcela A, Tumba 17.

Además, reveló que uno de los elementos que ayudó con la identificación fue el anillo de compromiso, ya que "antes de partir hacia Malvinas se comprometió y hoy puedo decir que el resultado es positivo: que estuvo y está enterrado en la isla. Con ello terminamos de cerrar un círculo pero no el luto, porque este va a seguir", expresó con dolor y nostalgia.

Su historia

El 1 de abril de 1982, junto al grueso de la Unidad, parte hacia la ciudad de Comodoro Rivadavia, desde donde fueron trasladados al aeropuerto y llevados a la Base Naval Puerto Belgrano en Bahía Blanca, para embarcar, posteriorment,e a bordo del rompehielos ARA Almirante Irizar. Al día siguiente, el 2 de abril, el soldado Ortega integró la masa de la Compañía "C" arribando hasta el entonces denominado Puerto Stanley transportado en helicóptero. Formó parte de la Compañía "C" tomando la localidad de Goose Green (Ganso Verde) el 3 de abril, trasladándose posteriormente a Darwin, donde se instala la base de combate. En acción, el 24 de abril, presta juramento de fidelidad a la Bandera Nacional junto a sus demás camaradas del Regimiento de Infantería 25.

Batalla de Darwin


La batalla donde perdió la vida

Consolidada la "cabeza de playa" en Puerto San Carlos, el enemigo se preparaba para emprender la marcha hacia Puerto Argentino. Las pérdidas sufridas por la flota británica y el costo en material y vidas humanas que esto aparejaba, comenzó a minar el ánimo de la sociedad británica en relación con los escasos logros obtenidos en materia militar y, con el objeto de revertir esta tendencia en la opinión pública, se decidió atacar a las tropas argentinas desplegadas sobre el istmo de Darwin.

En la tarde del día 27, se produjeron ataques aéreos ingleses sobre las posiciones argentinas. A las 22:50 se desató un cañoneo naval sobre la Compañía “A” del RI 12 y, durante la madrugada del 28 de mayo, la Infantería inglesa se lanzó sobre las posiciones argentinas con intenso fuego de morteros y ametralladoras. La Compañía A, al ser sobrepasada, comienza el repliegue bajo el intenso fuego de artillería y armas automáticas: el centro de gravedad del ataque enemigo provenía desde el norte. Los argentinos contraatacaron, apoyados por sus morteros de 81 y 120 mm que ejecutaron fuego sobre la retaguardia enemiga y combatiendo en forma decidida. El sector Oeste había cedido pero, peleando cuerpo a cuerpo, se logró restablecer la situación y reconstituir el frente. Agotada la munición, la Sección Apoyo se replegó y a las 06:00, el masivo volumen de fuego inglés fue reduciendo las defensas argentinas.

La Batería A del Grupo de Artillería Aerotransportado 4 que, con solo tres obuses operando al momento del combate al mando del Teniente 1ro Carlos Alberto Chanampa, se esfuerza para mantener el régimen de fuego y satisfacer los insistentes pedidos de apoyo. Los efectos de sus obuses a partir del amanecer, orientados por observadores del Regimiento 12, se hacen más efectivos sobre las posiciones enemigas.

Los efectivos del Equipo de Combate Güemes -que habían logrado sustraerse a la acción enemiga en San Carlos, a cargo del Teniente 1° Esteban y que se encuentran reorganizándose en Puerto Argentino- reciben orden de alistarse en la noche del 27 de mayo para su traslado por helicópteros a Goose Green. El traslado se efectúa a partir del 28 de mayo en helicópteros del Ejército Argentino. La fracción logra arribar a la zona alrededor de las 09:30, desembarcando, aproximadamente, a 8 km al sur de Goose Green.

Mientras tanto, los efectivos a cargo del subteniente Juan José Gómez Centurión contraatacaron vigorosamente y lograron alcanzar alturas ubicadas a dos kilómetros al norte de Pradera del Ganso. A las 12:30, el enemigo inglés lanzó un masivo ataque final. Su fuerte fuego de artillería de campo y morteros castigaron las posiciones que ocupaban una sección de tiradores del Regimiento de Infantería 8, la Compañía A del Regimiento 12 de Infantería y efectivos de la Compañía de Servicios, del mismo regimiento en Darwin.

Los dos cañones Oerlikon de 35 mm que allí se encontraban, a esta altura del combate dejan de apuntar sus cañones al cielo y ejecutan tiro terrestre con el objeto de detener el avance enemigo, pronto dejarían de tronar, quedando silenciosos hacia el final al combate. La situación se hizo insostenible para los efectivos del Ejército Argentino que habían combatido hasta el límite de sus posibilidades. A las 21:30 del 29 de mayo, el Jefe de la Fuerza de Tareas Mercedes informó que la situación ya no podía sostenerse. A las 11:00 del 30 de mayo se produjo el cese de fuego y el final de uno de los más encarnizados combates terrestres de la campaña de las Malvinas.