“La acción patotera, autoritaria y falaz de Pablo Grasso para arrebatar mi propiedad, es típico de quien ni siquiera puede lidiar con sus propios pecados”

Recién después de ver que el actual intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, ha persistido en su empeño por actuar con exagerada soberbia y absoluta impunidad, en relación con la empresa de mi propiedad, GEMA SA, firma que en las difíciles circunstancias que vivimos en Río Gallegos y la provincia, representa un símbolo del esfuerzo por permanecer y crecer laboral y comercialmente en una ciudad donde falta trabajo e inversión, lo que para el Sr. intendente son bienes fungibles y despreciables, porque para conocer su valor alguna vez debería haber arriesgado capital, manejado personal y básicamente, por qué no decirlo, haber trabajado en la actividad privada, es que tomé la decisión de salir a responder públicamente munido de toda la documentación que intenta desconocer el intendente, para lograr su objetivo: el despojo de un bien inmueble tramitado, adjudicado y en posesión legal por parte de la empresa GEMA SA, durante la gestión municipal anterior.

Ello también por no haber podido ejercer mi derecho a réplica gracias al silencio del periódico local La Opinión Austral, pese a haber sido intimado para conferirlo.

Los hechos

Desde el mes de septiembre del 2019 GEMA SA, de la cual soy representante legal, llevó a cabo en tiempo y forma, todas las acciones formales a su cargo que se estipulaban en el DEC Municipal Nº 3971, entre ellas, la aprobación de planos, el inicio de obra y la ejecución del 30% del proyecto, sobre un predio fiscal cedido legalmente por el Municipio, ubicado en la Parcela Nº 6, en cercanías del autódromo local, incluido el inicio de un plan de forestación.

Evidenciamos lo dicho en el acta de constatación (Escritura N 15, de fecha 23/01/2020, ante el Escribano Público Leandro Albornoz R.N. N° 37)), la cual se acompañó con la documentación aclaratoria/respaldatoria al Intendente Grasso, donde se dejó constancia del cumplimiento de las obligaciones impuestas sobre el predio y el estado del mismo, desde su adjudicación en el año 2019.

En estos mismos términos, así lo hicimos saber a la justicia, al interponer la acción legal que nos corresponde a través del Dr. Alejandro Andrés Baldini, para probar que GEMA SA en ningún momento abandonó la posesión pública, pacífica y continua del lote “Parcela No 6, de la Manzana 11, circunscripción V”, de la ciudad de Río Gallegos, pero en cambio y sobre el mismo predio el día sábado 12 de septiembre de 2020, en horas de la tarde, apareció el municipio procurando tomar posesión de manera ilegal y clandestina del terreno, utilizando para tal fin "un grupo de tareas" enviado por el Sr. intendente Pablo Grasso, que amedrentaron y propinaron amenazas al personal encargado de la custodia y seguridad del inmueble.

Tal arbitraria conducta, demostrativa del rasgo autoritario de esta nueva gestión municipal, violenta derechos adquiridos y de amplia raigambre constitucional como el de propiedad, debido proceso e igualdad ante la ley; lo que me obligó a intimarlo al Sr. Intendente, “a fin de que cesen de manera inmediata todo acto lesivo contra los intereses de mi empresa, responsabilizándolos civil y penalmente de todo faltante, pérdida, deterioro, extravío o robo de bienes de propiedad de GEMA SA, como así, todo acto o declaración que afecte mi buen nombre y honor, bajo apercibimiento de acciones legales, le expresé en una de las dos cartas documento enviadas a la intendencia de Río Gallegos, indicando, además que pondría todos los detalles en conocimiento ante el Juzgado de Instrucción en lo Criminal y Correccional Nº 1 Secretaría Nº 2 de esta capital, en la causa Nº 80519/20; a raíz de ello, el 24 de septiembre (del corriente año), la señora jueza interviniente, ordenó a pedido y como parte integrante de una batería de pruebas y medidas solicitadas, la constatación del predio mediante Acta de estilo por la autoridad policial como medida previa a la cautelar y a fin de constatar los atropellos y las reiteradas y graves violaciones denunciadas.

Queda absolutamente claro que la municipalidad pretende a través de vías de hecho, recuperar una posesión que fue concedida a través de la adjudicación en venta de un lote fiscal, contrariando sus propios actos y evidenciando así, la mala fe de su proceder, al querer sustentar la desadjudicación en presuntos vicios administrativos, en última instancia, de exclusiva responsabilidad del municipio por su obrar, sin intentar siquiera sanear el propio acto administrativo, sino pretendiendo cargar contra la empresa GEMA SA que se ha posicionado en el terreno para producir, trabajar y devolver a la propia municipalidad el beneficio que obtiene de la ya excesiva carga impositiva que aplica a los sujetos productivos quienes cada vez somos menos y cada vez es más grande el gasto público, sobre lo cual el intendente no aplica la mínima medida para reducirlo y menos aún para incentivar la inversión.

Claramente nos encontramos frente a un acto de avasallamiento de derechos, ya que se violentan derechos adquiridos y de aplicación constitucional, como el de propiedad, debido proceso e igualdad ante la ley, lo cual suena sin sustento legal alguno, dado que las obligaciones a cargo GEMA S.A fueron cumplidas en debido tiempo y forma. Entre ellas la ejecución de las obras en el plazo determinado en el decreto de adjudicación, el ingreso de los planos de mensura en catastro y la millonaria inversión realizada por nuestra empresa, la que a la fecha supera los 20 millones de pesos; todo ello Pablo Grasso no lo puede desconocer y como corresponde, a través de nuestro abogado se lo hemos puesto en conocimiento a la señora Jueza.

Demás está decir que le he cursado Carta Documento de forma personal al señor Pablo Grasso, al Municipio de Río Gallegos por la parte institucional e inclusive al medio La Opinión Austral solicitándole derecho a réplica. Ninguno de ellos me contestó por la vía formal. Y esto también se puede leer de dos maneras: o son increíblemente irresponsables o hay una cuestión de complicidad para anular mi reclamo. Precisamente, por estas cosas y para plantear “la otra cara de esta maniobra”, es que resolví hacer este informe aclaratorio.

¿Y dónde está el negocio?

Me cabe solamente resaltar que el actual intendente de la ciudad, llegó con una vara muy corta para medir el mérito del trabajo y la inversión, negándose a ver el despilfarro de su gestión. Tal vez si GEMA SA realmente hubiera sido una empresa cercana al poder y con reales intenciones extorsivas, el intendente Grasso habría optado por otros caminos del diálogo para dirimir el conflicto que existe solo para él, porque en los papeles el derecho nos asiste. Pero nosotros no pactamos con nadie, solo pedimos y solicitamos dentro del marco de la ley y esperamos que se nos respete la propiedad de un lote para desarrollarnos productivamente, pagando impuestos y ocupando mano de obra local, lo que a todas luces parece no ser el objetivo que persigue el jefe de la ciudad, quien pretende quitarnos del medio.

Tal vez desde su perspectiva no llegue a entender cómo se promueve la actividad privada, dado que su buen pasar lo ha fundado, precisamente, cobrando salarios del Estado y llamativamente, mientras obstaculiza el desarrollo privado y acusa a GEMA SA  de “usurpador”, se olvida que en junio de este año avanzó con un proyecto para plantar un edificio de monitoreo en la ría, en una zona vedada hasta por sus propias Ordenanzas. Y fue para adelante sin importarle la ley y solo los vecinos lograron parar su poco criterio o sus buenos negocios. Anulado aquel intento, insistió en ubicar la obra en otro lugar prohibido de la ría, con el mismo resultado a la vista. ¿Es o se hace?

Asimismo, pretender justificar su accionar invocando la necesidad de proveer un espacio verde donde no está permitido por el propio Municipio.

Y si vamos un poco más atrás, allá por el 2016, recuerdo que en medios de la ciudad se publicó una maniobra de Grasso cuando fue intendente interino a la renuncia de Raúl Cantín y allí el hoy intendente electo, tramitó con los concejales de entonces, la adjudicación de un terreno en calle Carlos Gardel para la ONG “Opción Joven” cuya representación la tenía una persona que resultó ser la propietaria del terreno donde Grasso construyó su casa. Pues bien, como el primer intento le falló debido a la mala prensa que se armó a su alrededor, el propio Grasso desde la intendencia interina le organizó otro regalo a la ONG de su amigo: un terreno en calle Mariano Moreno 956 de esta ciudad.  

Lo que apunto es verificable en la prensa local de entonces y por eso digo: tal vez el intendente no recuerde su  propia historia o tal vez, vaya a saber, pretenda utilizar con nosotros las mismas artes autoritarias y prepotentes que lo hacen creerse el dueño de la ciudad, cuando es solo el intendente, votado por una parte del electorado para que gobierne y administre para todos los riogalleguenses y no solo para una elite selecta de amigos, en detrimento de quienes hemos decidido no permanecer callados ante su intemperancia y bravuconada de barrabrava, usando el poder conferido en las urnas para decidir quién trabaja y quién no, en esta ciudad carente de infraestructura y nivel social, debido a la inacción y eficacia política, de la cual el mismo Pablo Grasso es el principal responsable.