La carrera contra el reloj: Últimas compras de Navidad en Río Gallegos

A medida que se acercaba la nochebuena, los habitantes de la ciudad no solo buscaban obsequios para sus seres queridos, sino también alimentos y artículos de última necesidad para la cena navideña. Las calles principales, como la Avenida Kirchner, fueron testigos de largas filas en los cajeros y en las tiendas, donde la ansiedad y la emoción eran palpables entre los compradores.
Las tiendas, especialmente las de regalos, ropa y juguetes, se vieron particularmente desbordadas. Algunos comerciantes reconocen que, aunque las ventas en general han aumentado en comparación con otros años, las compras de último momento continúan siendo una característica predominante de la temporada. “La gente deja todo para el final. Se nota el apuro, pero también la alegría de estar cerca de la Navidad y de la familia”, comentó un vendedor de un conocido comercio de juguetes en pleno centro de la ciudad.

El aumento en la afluencia de personas a los comercios también generó una mayor actividad en los puntos de estacionamiento, que en muchos casos se vieron ocupados rápidamente, obligando a los conductores a buscar alternativas para estacionar. La espera en los semáforos y el movimiento constante de los peatones sumaron al bullicio general.

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Los consumidores, por su parte, destacaron la gran variedad de opciones disponibles en los comercios locales, aunque algunos señalaron que los precios, especialmente de productos importados, continúan siendo un tema de preocupación para muchas familias. "Es difícil encontrar buenos precios, pero al final, lo que importa es compartir con la familia", afirmó una compradora mientras cargaba varias bolsas con regalos para sus hijos.
A pesar del caos y la aceleración de las últimas compras, el espíritu navideño parece prevalecer en Río Gallegos. Las luces y decoraciones que adornan las plazas y avenida de la ciudad generan un ambiente festivo que contrasta con la ansiedad del apuro por completar las compras. Sin duda, los ciudadanos se preparan para disfrutar de una Navidad en familia, donde, más allá de los obsequios, el encuentro y la unión son los mayores regalos que todos esperan recibir. 
El comercio local, por su parte, espera que esta jornada de compras de último momento sea el cierre de un año económico favorable, impulsado por el consumo de fin de año. Sin embargo, muchos comerciantes ya anticipan que las primeras semanas de enero marcarán una disminución en la actividad, al menos hasta el inicio de las ventas de temporada de verano.