La clave de los expertos para producir el vino más austral de la Argentina

En las localidades de Zona Norte de la provincia, se están llevando a cabo cultivos de diferentes tipos de vid para la producción de vinos. Uno de estos lugares es Lago Posadas, que de ser factible este cultivo a gran escala debido a su clima excepcional y suelo fértil, se convertirían en los vinos más australes de la Argentina.

Con relación al tema, TiempoSur entrevistó a Belén Puig, ingeniera del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) acerca de las condiciones y desafíos que se dan para el cultivo de la vid. “A nosotros se nos ocurrió, hace unos años, empezar a probar si se daba bien la vid en zonas donde no era frecuente que se encontrara antes. Cuando digo esto, quiero decir que si realmente no solo crece la fruta sino madura, y, en el caso de las que producen vino, tienen que tener una madurez enológica que es para determinar si va a tener calidad para el producto final, que es el vino”.

“Esta idea en la localidad de Lago Posadas surgió de manera conjunta con el INTA de Los Antiguos, y yo pertenezco al ente de la ciudad de Trelew, Chubut. Por lo cual, junto con los productores de la chacra Bardas Blancas colocamos esa idea de dichas plantas. Igualmente, hace algunos años hubo algunos inconvenientes y ellos cambiaron de lugar las plantas. Pero, desde ese momento, se desarrolló mucho mejor el cultivo”, continuó.

A continuación, la especialista del ente nacional explicó las condiciones del suelo que se dan en la localidad santacruceña. “En cuanto al suelo, lo que hemos estado observando es que son suelos muy arenosos. Tienen una disponibilidad de agua, que eso es primordial, y el mayor inconveniente en lugares como estos son las heladas tardías. La verdad, que esta actividad se está llevando a cabo en lugares que antes eran impensados. El tema es que, a medida que nosotros nos vamos alejando del óptimo en cuanto a clima porque en suelo no hay impedimento alguno, lo que hay que hacer es cubrir ese cultivo con algo”.

Por otro lado, la ingeniera hizo alusión sobre el riego en este tipo de cultivos. “En la localidad no hay ningún problema en cuanto al riego pero, en el caso de la vid, se puede regar tanto por inundación como por surco. Eso depende del productor en función de sus posibilidades de invertir, pero siempre se recomienda por goteo por una cuestión de eficiencia”.

“En cuanto al tipo de uva para plantación, se debe siempre buscar las de ciclo corto para que al cultivo no le afecte la helada, llegue a madurar la fruta y esta sea un vino de calidad. Generalmente, las de ciclo corto son tanto de tipo blancas como Sauvignon Blanc y Chardoney, y de las tintas la Pinot Noir, entre otras”, expresó.

Por último, Puig señaló que “Cada lugar posee su terroir, que consiste en las combinaciones de cuatro factores clave en la elaboración de vinos de calidad que son: el suelo, clima, variedad de uva y hombre, y por ende, esto va a tener un cambio significativo en el producto final. Pueden ser desde vinos más ácidos hasta casi no poseer graduación alcohólica, pero la parra está tan investigada que hay muchas posibilidades de manejo para que los cultivos se den bien”.