Mantenimiento de RNU

La difícil tarea de sostener la limpieza de las áreas protegidas

Si bien la tarea de limpieza es cotidiana, diversos factores comprometen el mantenimiento de las Reservas Naturales Urbanas. La desaprensión de algunos vecinos y el viento son los factores más condicionantes. Desde el área advierten sobre la ejecución de controles y aplicación de multa para quienes atenten contra el ecosistema de las áreas protegidas.

  • 30/12/2024 • 11:54

El Sistema de Reservas Naturales Urbanas de Río Gallegos fue creado en el 2009. Íntegra espejos de agua y áreas naturales de la ciudad como el terreno ex Startel, donde funciona el Archivo Histórico Municipal; la laguna Ortiz; la laguna de Los Patos; la laguna de Marina; la laguna María La Gorda; además por supuesto de la Reserva Costera y la Reserva río Chico. 

El área de aplicación de estos espacios protegidos por ordenanza municipal, es la Agencia Ambiental Municipal (AAM), la cual ha venido atravesando un proceso de reafirmación dentro de la organización municipal, luego de estar durante muchas gestiones de gobierno en un estado de abandono total. En la actualidad lucha también contra la falta de presupuesto, pero cuenta con el apoyo y sostenimiento en vista de posibilidades de, a raíz del trabajo, lograr el fortalecimiento del área. 

Respecto al cuidado de las RNU, desde la AAM señalan la importancia y finalidad de la existencia de este Sistema de Reservas Naturales Urbanas, la cual es proteger las lagunas como centros naturales de filtrado urbano; mejorar la calidad de vida de los habitantes y mantener un ambiente sano para todos. Asimismo, generar actividades como el turismo ecológico, la recreación, el esparcimiento, la educación e investigación, el deporte en contacto con la naturaleza y toda otra actividad que no dañe la integridad del ecosistema. 

Para lograr este tipo de propuestas la AAM lucha casi a diario con el sostenimiento de la limpieza de estos sectores, la cual se vuelve dificultosa ante algunos factores que alteran el ecosistema. Si bien las tareas de recolección de residuos dispersos en las reservas se hace casi a diario, en los distintos puntos de la ciudad, la gran cantidad de basura dispersa por la ciudad, sumada al viento que por lo general está presente en la localidad, genera la presencia constante de bolsas, cajas, papeles y envoltorios de alimento en los alambrados e incluso los espejos de agua, un factor difícil de controlar por parte de los trabajadores del área ambiental. 

Por otro lado, y lo más lamentable por parte de los trabajadores es que, según exponen “mucha de esta basura es tirada en forma intencional”. Lo que sucede es que ante las dificultades en el sostenimiento del servicio de recolección en la ciudad, muchas familias toman la mala decisión de arrojar sus residuos en distintos descampados, entre ellos las reservas integradas al sistema protegido. En este sentido, desde la AAM recordaron a la comunidad que “estos espacios están resguardados por ordenanza municipal, por lo que ante la presencia de vecinos que arrojen su basura los agentes procederán a realizar la infracción correspondiente y serán sancionados”.