La marcha de pedido de justicia que será el mismo día que la del crimen de Villa Gesell

Elías Vidal (21), apuñalado el 1º de enero en los festejos por el Año Nuevo en el camping de Las Heras, se recupera poco a poco en la ciudad petrolera luego de haber tenido que sortear una internación de un mes e intervenciones quirúrgicas entre las cuales, le debieron quitar 50 centímetros de intestino.

Sin estar internado pero con duras secuelas, se encuentra Santiago Farfán (24). Con 23 puntos en la cara, de los cuales le quedan solo ocho, el joven que ocupaba el puesto de su padre en una empresa petrolera aguarda el visto bueno de los profesionales médicos para volver a su rutina. 

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Las madres de ambos, Tamara Ubilla y Paula Pereyra todavía no encontraron abogados -dado el alto costo del patrocinio- para accionar en las causas civil y penal por  tentativa de homicidio en caso de Elías, por el cual sigue detenido y procesado Exequiel Diestes; y lesiones graves agravadas para el resto de los cinco jóvenes que golpearon a Santiago –procesados pero en libertad- y cuya violencia comenzó cuando el auto de uno de los imputados dio marcha atrás en el camping y casi atropella a una amiga de Santiago.

Por ello y coincidentemente con el reconocido caso de Fernando Báez Sosa, asesinando a golpes presuntamente por un grupo de rugbiers, las madres decidieron efectuar una nueva marcha en pedido de justicia el mismo martes 18 a las 18:00, cuando se concrete la movilización por Fernando.

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LAS CAUSAS

“Elías está bastante mejor de ánimo, sobre todo que es lo más importante, pero no está todavía preparado para hablar”, dijo Tamara a TiempoSur.

La madre -que está desocupada- señaló que la movilización busca que las causas sigan el proceso y una final condena para todos los imputados, pero al mismo tiempo sumarse al pedido de justicia por Fernando Báez Sosa.

El temor de Tamara es que la Justicia deje en libertad a Diestes.

“Queremos que se hagan presentes en la plaza San Martín (Las Heras) y puedan apoyar y expresarse, llevando carteles y decir lo que sienten y para que digamos  que no queremos más violencia”, advirtió y agregó: “No nos podemos resignar a que pasen estas cosas y que queden impunes. Decimos basta de impunidad y basta de que estos delincuentes hagan lo que se les dé la gana y no podamos detenerlos”.

Hizo extensiva la invitación a “todas las instituciones”, ya sean “iglesias, clubes y de cualquier tipo que quiera hacerse presente porque estaría bueno que se sumen y nos acompañen a mí y a Paula Pereyra, mamá de Santiago”.

Advirtió que si la comunidad “no se une, no va a pasar nada” con las causas judiciales, así como también con la violencia en la pequeña localidad.

“Ojalá todos se solidaricen y nos acompañen”, remarcó.