Ley de Humedales: cómo beneficiará a las reservas urbanas de Río Gallegos

Durante el mes de agosto, una invasión de carpinchos en el barrio de Nordelta advirtió una realidad ambiental que parecía un grito ahogado: la necesidad de contar con una ley de humedales. Si bien los roedores serían beneficiados con esta normativa, lo cierto es que localidades como Río Gallegos (con sus reservas urbanas y fauna propia, también sacaría provecho de esto. Se trata de una legislación. El año pasado se presentaron más de una docena de expedientes que buscaban la creación de esta normativa, de diferentes bloques políticos y organizaciones ambientales. Todos quedaron unificados en un solo proyecto, que seguía dormido en el Congreso. El expediente busca llevar adelante una política integral de cuidado, protección y promoción de estas zonas. La creación de un inventario para su preservación es clave. Los carpinchos tuvieron un rol importantísimo en volver a poner en agenda una ley dormida y olvidada por muchos, pero que podría ayudar incluso hasta el local Macá Tobiano. Ahora el principal temor que yace en las organizaciones ambientalistas es que el expediente no sea tratado este año y tenga que volver a cero.

Cuidar los humedales

Los humedales son áreas que permanecen en condiciones de inundación o con suelo saturado con agua durante períodos considerables de tiempo. Si bien este término engloba una amplia variedad de ecosistemas, todos los humedales comparten una propiedad primordial: el agua es el elemento clave que define sus características físicas, vegetales, animales y sus relaciones.

En este marco TiempoSur se comunicó con Germán Montero, titular de Ambiente Sur, quien detalló el trabajo minucioso y colectivo que vienen llevando adelante las diferentes organizaciones ecológicas que participan en la iniciativa “Despertó el Congreso”. La misma busca la reactivación de la Ley, ya que el principal temor es que el proyecto pierda estado parlamentario. Esto significa que vuelva  a foja cero y tenga que presentarse una vez más. Este año buscan que tenga tratamiento en comisiones y, con optimismo, sea aprobado.

“Nosotros estamos formando parte de todas las organizaciones que están haciendo la movida para que avance la ley. Somos más de 380 en todo el país. La ley es una iniciativa que viene hace años y tiene varias caídas de estado parlamentario. Tratamos de hacer una movida masiva para evitar que esto se caiga, y tiene que suceder este año”, enfatizó Montero.

“Entonces hacemos discusiones, trabajamos con otra gente en este sentido. Para nosotros una ley de presupuesto, pero para los humedales es clave. El más grande que tenemos es el estuario y las reservas naturales urbanas son importantes en toda la región”, destacó haciendo una comparación los humedales a nivel nacional y los de Río Gallegos. Señaló que todos cumplen sus funciones por lo que es clave su conservación.

“La ley es amplia, tiene varios beneficios, pero hay intereses que hacen que se venga frenando esto. Para nosotros el trabajo en torno a ello es diario, por lo que vamos a sumarnos y queremos que tome estado parlamentario”, recalcó Montero.

“Los humedales dentro del ejido urbano están en el sistema de reservas urbana. las lagunas y reservas forman parte de este humedal grande. Dentro del estuario tenemos otras áreas protegidas como la Isla Deseada y la Reserva Provincial de aves migratorias, donde trabajamos con áreas conjuntas”, explicó.

“Venimos trabajando fuertemente para hacer acciones y manejos del estuario de distintos niveles”.

Laguna María la Gorda. (Crédito: Ambiente Sur)

Convención de humedales

La Argentina aprobó la Convención sobre los Humedales en 1991, a través de la Ley Nº 23.919 (con sus enmiendas en la Ley Nº 25.335). A la fecha, el país designó 23 Humedales de Importancia Internacional o Sitios Ramsar, que abarcan una superficie total de 5.687.651 hectáreas. La administración de estos sitios se encuentra, según corresponda, a cargo de las jurisdicciones provinciales, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o la Administración de Parques Nacionales, en el caso de las áreas naturales protegidas comprendidas por la Ley N° 22.351.

En el año 2016, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, con el aporte de numerosos especialistas, sentó las bases para un relevamiento exhaustivo de todo el territorio nacional, al adoptar una definición operativa del término humedal. En el marco del inventario nacional, humedal es un ambiente en el cual la presencia temporaria o permanente de agua superficial o subsuperficial causa flujos biogeoquímicos propios y diferentes a los ambientes terrestres y acuáticos. Rasgos distintivos son la presencia de biota adaptada a estas condiciones, comúnmente plantas hidrófitas, y/o suelos hídricos o sustratos con rasgos de hidromorfismo.