Los obispos patagónicos llaman a ser peregrinos de la esperanza

Los prelados, señalaron como signos de esperanza la alegría y testimonio de tantos jóvenes; el compromiso de tantas personas que se "consagran" a la solidaridad y a la promoción humana de quienes están en situación de pobreza o de vulnerabilidad; la valoración creciente de la vida de toda persona; la conciencia, cada vez mayor, del cuidado de la Casa Común.

Asimismo, valoraron los testimonios como peregrinos de la esperanza de Don Zatti, Laura Vicuña y Ceferino Namuncurá, y recuerdan el documento "La Esperanza no defrauda" del Papa Francisco.

"Sí, necesitamos que 'sobreabunde la esperanza' para testimoniar de manera creíble y atrayente la fe y el amor que llevamos en el corazón; para que la fe sea gozosa y la caridad entusiasta; para que cada uno sea capaz de dar, aunque sea una sonrisa, un gesto de amistad, una mirada fraterna, una escucha sincera, un servicio gratuito, sabiendo que, en el Espíritu de Jesús, esto puede convertirse en una semilla fecunda de esperanza para quien lo recibe", dicen, citando al pontífice

En su mensaje, alentaron a aceptar la invitación del Papa Francisco, para hacer que en esta Navidad "sobreabunde la esperanza". "¡Feliz Navidad! Con nuestra bendición y nuestro abrazo amigo", concluyeron.

Firman el mensaje los obispos Roberto Álvarez (Rawson), Juan Carlos Ares (San Carlos de Bariloche), Alejandro Benna (Alto Valle del Río Negro), Fernando Croxatto (Neuquén), Esteban Laxague SDB (Viedma), Ignacio Medina (Río Gallegos), José Slaby CSsR (Esquel), Jorge Wagner (Comodoro Rivadavia), Fabián González Balsa (auxiliar de Río Gallegos), Virginio Bressanelli SCJd (emérito de Neuquén), Joaquín Gimeno Lahoz (emérito de Comodoro Rivadavia), Néstor Navarro (emérito de Alto Valle del Río Negro) y Juan Carlos Romanín SDB (Emérito de Río Gallegos).

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Texto del mensaje

Queridos hermanos y hermanas:

Les deseamos una muy feliz Navidad compartiendo la alegría de los Pastores que se animaron mutuamente a ser "peregrinos" y fueron al encuentro del "Niño recién nacido, acostado en un pesebre".

El anuncio del Ángel a los pastores insiste en destacar la fragilidad: se trata de "un niño", además "recién nacido", como todos "envuelto en pañales", como ninguno "acostado en un pesebre". Sin embargo, esa fragilidad del Niño, parece ser la fuerza que mueve a los pastores en su peregrinación al pesebre.