Incidente en la Escuela del Viento

Mónica Gutiérrez: “Por qué no las dejaron proceder, si no tenían nada que ocultar”

Así lo dijo en Tiempo FM 97.5 la secretaria de Desarrollo Comunitario, cartera de la cual depende el área de Bromatología. Sostuvo que fue una actitud de “patoterismo” lo ocurrido este jueves en la Escuela de Viento, donde amedrentaron al personal municipal que intentaba realizar una inspección y dañaron las cubiertas del vehículo en el que se trasladaban.

  • 12/07/2024 • 20:35

Un desagradable incidente ocurrió el pasado jueves en la Escuela del Viento de Río Gallegos, durante una inspección de rutina de agentes del área de Bromatología Municipal.  Estas tareas suelen hacerse en todos los establecimientos educativos donde hay comedores y manipulación alimentos. En la oportunidad, las agentes no pudieron hacer su labor porque fueron amenazadas y echadas del edificio. Incluso al salir, una trabajadora detectó que le habían pinchado las cuatro cubiertas de su vehículo y realizó la denuncia policial correspondiente.

Sobre el tema, habló en el programa La Bisagra que se emite por Tiempo FM 97.5 la secretaria de Desarrollo Comunitario, Mónica Gutiérrez.

La funcionaria narró que “fue una situación no solamente insólita, sino también penosa y desagradable. El personal de Bromatología, como ha sucedido en algunos otros establecimientos, controla la inocuidad de los lugares donde hay comedores o donde se elaboran alimentos. En este caso, habían previsto una serie de inspecciones a varios locales, entre ellos la Escuela del Viento”, dijo.

Sobre la modalidad de trabajo, explicó que “elaboramos una cuadrícula de trabajo en donde se zonifica todo Río Gallegos. Está pensado para que sea rotativo y no siempre les toque a los mismos inspectores. Ayer estaba previsto trabajar con la Escuela del Viento, este viernes en el Poplars y el lunes estaba programada el IPEI”, detalló.

En este marco, “el jueves se presentaron en la Escuela del Viento, 4 mujeres, 3 de ellas inspectoras, la otra que acompañaba era la directora del área. Cuanto se hacen presentes solicitan la habilitación correspondiente, la cual no era exhibida porque no la tienen y solo presentaron un permiso para poder funcionar”, asintió.

Para contextualizar, Gutiérrez detalló que “cuando el Sindicato de Petroleros solicita el terreno, lo hace para un polideportivo. A último momento, cambian el destino e instalan la Escuela del Viento. Todavía no han acreditado en la parte de Obras Públicas Municipal ni en los planos de la escuela, ni la documentación, este cambio de destino. Motivo por el cual todavía no tienen una habilitación para funcionar, pero como ya lo habían puesto en marcha el establecimiento, Municipio otorgó un permiso provisorio para que ellos puedan empezar a trabajar”.

Los responsables del operativo observaron que el permiso ya estaba vencido y los responsables de la Escuela tampoco pudieron cumplir con ningún tipo de documentación. El personal solicitó permiso para ingresar y hacer la inspección correspondiente en el comedor y no las dejaron entrar. Ahí comenzó un tire y afloje de palabras, llamaron por teléfono a una persona y empezó un entredicho. No las dejaron seguir con su trabajo que era inspeccionar el lugar y verificar que las condiciones estuvieran bien”, sostuvo Gutiérrez.

 

Contó que “comenzaron a caer padres, gente del sindicato de petroleros y empezaron a amedrentarlas. En un momento una de las chicas, sale afuera y se da cuenta de que el vehículo con el que habían ido tenía las cuatro cubiertas en llantas todas tajeadas”.

“Les apagaron las luces, las amenazaron, les sacaron las sillas, hubo gente que las empujó”, comentó sobre lo vivido por las inspectoras.

De todas formas, el Municipio actuó de oficio de acuerdo a las ordenanzas vigentes, teniendo en cuenta que la Escuela del Viento “no tiene documentación sanitaria, no tiene análisis de potabilidad del agua, no tienen carnet sanitario ni habilitación municipal, no tienen ningún tipo de documentación”, explicó.

Gutiérrez expuso que las agentes municipales “estaban bastante preocupadas porque la Escuela del Viento es de la mutual del Sindicato de Petroleros, cuyo líder hasta el 10 de diciembre fue quien hoy es el gobernador de la provincia”.

“Esta mañana elevamos las actuaciones al Juzgado de Faltas, que es el órgano que finalmente determina la clausura o no del lugar. El Juzgado de Faltas elevó un oficio de rutina al sector Comercio para verificar que efectivamente no tuvieran habilitación municipal, y de ahí en más veremos cómo sigue lo administrativo en cuanto a lo que concierne el operativo que tuvo lugar ayer”, relató.

“Todavía no termino de entender por qué no las dejaron proceder si no tenían nada que ocultar”, dijo la secretaria, lamentando “el patoterismo con el que fueron tratadas. Es de muy mal gusto su proceder y de mucha bajeza”, concluyó.