No se entierra más

La chatarra en la ciudad de Río Gallegos es un problema de larga data. Si bien puede llamar la atención ver elementos de menor porte como heladeras, termotanques y lavarropas (entre los más comunes), es llamativamente alto el número de autos en desuso y convertido en chatarra. Esta situación se da en los barrios más alejados del centro urbano, donde abundan los baldíos, pero también en los barrios más antiguos y urbanizados de la capital donde ocupan grandes extensiones de veredas. A lo largo de las últimas gestiones, (Giubetich – Grasso) las áreas de Comercio, Tránsito y Saneamiento han comenzado a atender la situación con distintas estrategias, pero aún no se puede ver una mejora en la problemática a raíz de la desaprensión de muchos vecinos de la ciudad. La nueva gestión de Saneamiento municipal ha trabajado a lo largo de este 2020 en la erradicación de tres grandes montañas de autos abandonados que se ubicaban en el Barrio Consejo Agrario, mientras que luego de haber avanzado en las calles del Barrio Servicios Públicos, por estas horas la tarea se desarrolla en los sectores Padre Olivieri, Los Álamos, Virgen del Valle y Los Alerces. “Es impresionante la cantidad de autos en estos barrios”, contó a TiempoSur, Miguel Cader, director de Saneamiento Municipal, quien se refirió al trabajo realizado por el área en estos días. “Nosotros dos veces por semana destinamos recursos a la chatarra y estamos haciendo entre 4 y 5 viajes diarios. Entre autos en desuso, chapas, metal, lavarropas, entre otras cosas”, detalló.

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En otro tramo de la nota explicó que “se tienen muchos inconvenientes cuando los autos están en predios privados, en este caso estamos haciendo las notificaciones previas y eso lleva una demora un poco más extendida. Pero al momento todo lo que está en vereda o espacios públicos lo estamos levantando, siempre con el consentimiento del propietario. Se los está notificando para regularizar la situación, de lo contrario se labra la multa”. Por estas semanas, previo al invierno la labor se concretará en los barrios de la periferia. “Es una cuestión estratégica para trabajar en invierno en el casco urbano”.

Los trabajos continuarán bajo la misma metodología con el compromiso de “poder llegar a toda la ciudad, algunos sectores o lugares nos llevarán más tiempo por los plazos de notificación, rastrear a los propietarios, a los cuales se les da un plazo para poder radicar la acumulación, se acuerda un tiempo y si no cumple se multa. No lo estamos haciendo de manera autoritaria”.

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Actualmente Nueva Santa Cruz se dedica a la clasificación, tratamiento y compactado de la chatarra de la ciudad, la cual “no se entierra más”, dijo Cader. Al mes de febrero se habían compactado más de 115.000 kilos de chatarra que fueron enviados a Buenos Aires.

“Buscamos que la gente entienda que necesitamos erradicar esta situación por la contaminación visual y sanitaria”, dijo el funcionario.