Relato de Vida

“Patricia Lozano”, trabajando en ayudar

“ Patricia Lozano ” es una vecina de nuestra ciudad de Río Gallegos, conocida principalmente por ser coordinadora del grupo “Buen Día Vida”, que, hoy con sus 57 años, trabaja, estudia y lo seguirá haciendo para el que lo necesita.

  • 19/05/2021 • 08:15
Relato de Vida: Patricia Lozano.
Relato de Vida: Patricia Lozano.

En la recorrida que realiza el móvil del Multimedio Tiempo, se encuentra en esta ocasión con la historia de Patricia Lozano, una vecina que desde sus primeros años de vida quería ayudar de alguna forma en su hogar, esto la llevó por distintos caminos y encontró su pasión. Conozcamos un poco de la vida de Patricia.

 

Celinda:

“Mi madre Celinda Fernández, nacida en San Julián, y mi padre José Francisco Lozano, nacido en Buenos Aires, al pasar los años vinieron hacia el sur y comenzaron su vida por estas tierras, allí nacieron mis 8 hermanos, entre nosotras 7 mujeres y dos hombres; mi madre fue quien nos crio y nos sacó adelante.
Vivimos por distintos puntos de la ciudad, por lo que cuenta mi madre y lo poco que puedo recordar, vivíamos en el patio del hospital en un principio, porque mi abuela era una de las cocineras más importantes del hospital en esos tiempos, luego de ello vivimos por cercanías a la ría donde pasé mis mejores años de la infancia, para luego trasladarnos a la calle Comodoro Py y continuar mis primeros pasos de la niñez. Si tengo que decir a grandes rasgos cómo fue mi pasado, creo que tuve una infancia muy bonita llena de juegos al aire libre”.

 

Niñez
“Cada vez que recuerdo mi infancia lo digo con alegría, a pesar de que había que sobrellevar la situación; eran épocas distintas, pasaba por las calles el que vendía carbón, el que vendía pescado, se merendaba en la ría, se jugaba en las calles, en los patios de los amigos del barrio, los juegos de la época, jugar a vender cosas, las muñecas. También armábamos hamacas improvisadas, juegos que imaginábamos, la mancha, jugar con barro, jugar sanamente sin necesidad de la tecnología.
Para cocinar utilizábamos garrafas de gas y después en el sector del living otra estufa de kerosene y otra a carbón para mantener caliente el ambiente en nuestros hogares.

La primaria la hice en la Escuela Nº15 y mi secundaria la hice en el Centro Educativo de Niveles Secundarios Nº10; ya para esta etapa mis padres se habían separado y al ser tantos hermanos, teníamos que salir adelante y empezar a rebuscar un trabajo siendo joven para ayudar en la casa”.

 

Ser policía y ver otra realidad:
“Por razones de la vida tuve que dejar la secundaria, me adentré en el mundo de ser policía y actualmente estoy retirada, mientras trabajé allí estaba en el sector de celaduría, donde cuidábamos de mujeres privadas de la libertad y menores femeninos. Allí comencé a ver y conocer, y saber qué es lo que transitaban tanto mujeres como menores, me gustaba ayudar pero me faltaban herramientas, por ejemplo recuerdo que había un profesor que daba clases a los chicos de ahí yo comencé a capacitarme terminando la secundaria en esta etapa y comenzando a estudiar en la universidad para instruirme más en estas realidades.
Esas vivencias hicieron en mi cabeza un clic de querer saber y ayudar cada vez más, hacer cursos de capacitaciones de violencia, trabajar en patologías de consumo. Estuve trabajando como voluntaria en una asociación llamada Volver a Vivir, hice pasantías terapéuticas en Buenos Aires, logré capacitarme en violencia de género, te estoy hablando de esto hace muchísimos años y estuve afectada en los últimos en el área de subsecretaría de la mujer y en el área de violencia”.

 

Conducta:

“Recuerdo algo que me sucedió cuando trabajé en celaduría, había un niño que yo estaba haciéndole hacer dibujos (me acuerdo que yo llevaba un rodete), el nene me clava el lápiz en la cabeza y gracias a los rodetes y los clips no me llegó a lesionar y se quiebra el lápiz, ahí me empezó a llamar la atención todo lo que pasaba con las conductas y de qué forma podemos abordar.
Siempre digo que podemos tener voluntad de ayudar, pero tenés que poseer una formación mínima para no cometer un error, ayudar y no ser un obstáculo, desde ahí empecé a investigar las modificaciones en la conducta, yo soñaba con estudiar psicología, por distintas razones hice tres años de psicopedagogía en la universidad de Río Gallegos, iba por el cuarto año, hice seminario de familia y justo ese año hice un curso con un profesional de Buenos Aires para acompañamiento terapéutico dictado para carreras relacionadas y que iban avanzadas”.

 

Encontrarme de frente con el cáncer:

“Cuando estuve trabajando en subsecretaría de la mujer tratábamos situaciones de violencia de género y en eso conocí a una mujer que estaba transitando una enfermedad, y observaba que lloraba y hablaba mucho con mis compañeras, preocupación en todas su palabras, cuando me pongo a hablar con ella, me cuenta que transitaba el cáncer y allí fue cuando me lo encontré y con todo lo que conlleva a estar en una situación de soledad y miedo de qué pasará con sus hijos cuando ya no esté, pasando el tiempo cae internada en la clínica, la fui a ver y ya estaba agonizando en su cama, ella hablaba y lo recuerdo cuando se le corre el camisón y se le veía su cirugía que partía de punta a punta en el pecho, desde ahí empecé a hacerme interrogantes sobre qué había que hacer con esa persona que se nos moría, qué había para contenerlos, qué había para que se puedan ir en paz”.


Buen Día Vida:

“Hace cinco años me invitaron a escuchar testimonios de personas que tuvieron y tenían cáncer, yo en un principio no estaba segura de poder participar y también hablar de ello, pasaron los días y  decidí acercarme, actualmente soy voluntaria y la coordinadora, allí iniciamos el camino en el grupo, de a poco nos fuimos conociendo y yo aprendiendo, después empecé a buscar herramientas para seguir conociendo sobre el tema, me formé en prevención primaria de cáncer de mama, en cáncer de colon con el Instituto Nacional de Cáncer, después se dictó un seminario que lo podíamos hacer como alumnos no sistemáticos que lo dictó el doctor Navarro, y su hija que es psico-oncóloga”.

 

Cáncer:

“Del cáncer uno tiene que hacerse amigo y hay que saberlo hablar y saberlo informar, que a pesar que se viene trabajando para sacarle estigma de la palabra, todavía cuesta. Hay gente que hoy en día piensa que, por estar en contacto con una persona con cáncer, piensa que te podés contagiar y no saben, en realidad es una célula que recorre un camino equivocado y se trasforma en una cancerígena, le puede tocar a cualquiera. Desde mi lugar trato de ser la voz del que no puede hablar y que sepa que tiene alguien para todos los procesos de la última etapa de la vida”.

 

¿Qué podemos hacer nosotros?:

“Yo hoy como persona adulta, transité por muchas cosas y tengo herramientas, al caminar por la vida, conocés la resiliencia, ponés en valores trabajar para no vivir sobre el pasado, modificar y para que otra persona no pase por lo mismo, las cosas no son fáciles, las respuestas no son mágicas, pero sí podemos hacer muchas cosas para que esa realidad se modifique y que podamos ser autosustentables, hay que preservar mucho.

 

Encerrados, pero sin dejar de trabajar:

La verdad que este pasado año fue muy difícil, muchos pacientes nuevos, más de treinta personas se integraron al grupo, otros prefieren estar por fuera, se perdieron muchas vidas y un año actual que sigue con incertidumbre por cómo nos vamos a manejar.
Habilitamos durante el año pasado el Zoom y de a poco volviendo a reuniones presenciales.
Les está costando volver por temor y porque en un principio no teníamos el espacio, actualmente los miércoles pueden ir al espacio de LALCEC en un horario que es accesible para los chicos.

Después de dos años y medio continuamos con la campaña de mechón de amor.
Esta campaña comenzó por que un día llegó una nena con su madre e hicimos sentar a su madre empezamos a hablarle sobre el tratamiento y nos dijo que no, no era para ella sino para su hija, al ver esto, ver que solo teníamos el apoyo para personas adultas, decidimos comenzar a solucionar este inconveniente, conseguimos que uno de nuestros peluqueros mediante la Cámara de Diputados se instruya y capacite y próximo a eso la primera campaña de mechón de amor”.