Santa Cruz despliega su repertorio literario en medio de una apuesta novedosa

*Enviado especial

El gris otoñal de Capital Federal contrastaba con el colorido Pabellón Ocre de la Sociedad Rural en el que todas las provincias del país -y distintas instituciones- mostraban su potencial literario ante cientos de personas. La 47° edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires ingresa este fin de semana en su prueba de fuego y los organizadores de la Fundación El Libro esperan un sinfín de visitantes en uno de los eventos culturales más concurridos de habla hispana del mundo. La comparación de asistencia, con los años anteriores, será inevitable. La preocupación por la situación económica había impregnado a la Fundación El Libro.

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En este 2023, en su participación, Santa Cruz hizo una apuesta fresca, novedosa y a la vez riesgosa: se disipó el stand propio y se conformó el Ente Cultural Patagonia, donde convergen las seis provincias de la Región Patagónica y buscan alimentarse entre sí. Con esta unificación, la secretaría de Cultura santacruceña, que está actualmente en la presidencia del Ente, trató de potenciar a la región para “visibilizar a todos los escritores patagónicos”. Lo riesgoso es que, si uno no conoce de esta implementación, podría estar minutos y minutos tratando de encontrar a la provincia.

Con un espacio propio de presentación, que despliega una plataforma de escenario, sillones de cuero blanco, una pantalla en el medio y filas de sillas, el stand patagónico se ubica en el amplio centro del salón y está enfrentado al de la legislatura porteña, que tiene una temática relacionada a los 40 años de Democracia y actividades interactivas.

En un esquema más tradicional, las blancas bibliotecas de las provincias están pegadas y se encuentran las obras literarias más destacadas, según los encargados, para adquirir. Se veía el interés de los escépticos, que sacaban los libros de los estantes y ojeaban lentamente su contenido.

En un tramo más formal de la Feria, durante la mesa de diálogo “Literatura Patagónica para Infancias”, moderada por Priscila Vallone de Tierra del Fuego, la escritora santacruceña Verónica Lamberti, que vestía un conjunto de múltiples colores y resaltaba su presencia, se lució el último viernes en su intervención y presentó el libro Un lugar donde todo es lo que es ante la atenta mirada de una veintena de personas, entre ellos aficionados, escritores, familiares, personal de prensa y personas del staff del Ente. Había un cálido ambiente entre los presentes, de cercanía y empatía.  

De la mesa de diálogo también participaron los escritores Daniel García, de Río Negro; Rafael Urretabizkaya, de Neuquén; Clara Vickacka y la ilustradora Verónica Beltrán, de Tierra del Fuego, y Sandra Perfecto, de Chubut. 

Más tarde, acompañado por la directora de Cultura Gabriela Luque, estuvo en el escenario el poeta Jorge Curinao con su obra que ganó en el Fondo Editorial Santacruceño Restos de la Ciudad. Cuando concluía su momento en el escenario, Curinao pidió terminar con un poema y lo leyó calmadamente ante los presentes que agudizaban sus oídos para escuchar debido al ruido del Pabellón Ocre que invadía todos los espacios.

“La Feria en medio de la ciudad, las voces en medio del ruido de la Feria. ¿O no es ésa acaso la manera en que discurre el decir literario en el espacio más bien ajeno de la sociedad, de la realidad general?”, había anunciado el novelista, docente universitario y ensayista Martín Kohan, que fue el escritor elegido para dar la apertura de la edición 2023 el 27 de abril y que termina el 15 de mayo. Certero, describió de manera formidable lo que pasa en ese sitio histórico, tan utilizado y de enormes dimensiones, que es La Rural. 

Ante las actividades y el frenético movimiento, las sensaciones de los integrantes del Ente Cultural Patagonia eran positivas y, al menos a simple vista, se percibía un acierto en la puesta en escena que realizaron en esta edición. Hubo rispidez por la decisión de reunir a todas provincias en un solo lugar entre algunos funcionarios patagónicos, según reconstruyó este medio.

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A diferencia de otros años, Santa Cruz pudo comercializar los libros, que varían en géneros y van desde la investigación a la poesía, por la conformación del Fondo Editorial Santacruceño.  “Las ventas han sido muy buenas”, soltaron desde el staff santacruceño. La oferta literaria de la provincia es atractiva en su estética y tentadora para los amantes de la lectura. Quedan días para conocer la Feria, que contiene una superficie de más de 45.000 metros y lleva horas recorrerla.