Santiago Gómez se mete en la polémica del mal uso de las rutas argentinas

El reciente intendente electo de la ciudad de Bariloche, Walter Cortés, desató una polémica que ya ha tenido eco,  incluso, en el hermano país de Chile, donde la cancillería ha tomado nota de sus declaraciones. Cabe recordar que Cortés advirtió que de no regularizarse el mal uso que los transportistas chilenos hacen de la Ruta 40, cerrará el paso por su municipio, el cual es una vía casi obligada de ingreso y egreso de los transportistas trasandinos hacia su país, al igual que el Paso Integración Austral en esta parte de la Patagonia, donde la dinámica del transporte también repercute en nuestra ciudad y otras de Santa Cruz.

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El debate surge a raíz del deterioro que se da en las rutas por el exceso de velocidad y de carga, que estos transportes superan constantemente. Cortés expuso a Tiempo FM, recientemente, que “cuando los argentinos vamos a Chile los controles son muy estrictos, tenemos peajes muy onerosos cada 40 kilómetros y respetamos sus normas o nos hacemos cargo de las consecuencias, pero ellos pasan todo el día por nuestras rutas, no se les cobra un peso y, además, destruyen las rutas, algo que no puede seguir así. Por eso, a partir del 11 de diciembre, si la situación no comienza a regularizarse, cortaré la circulación por nuestra ciudad”. La postura ya ha tomado trascendencia en autoridades nacionales chilenas.

En nuestra ciudad y provincia, la situación es similar en toda la extensión de la Ruta 40, desde Los Antiguos hasta Monte Aymond. Consultado por la postura tomada en Bariloche, Santiago Gómez, actual candidato a intendente de Río Gallegos y empresario del transporte de pasajeros, en diálogo con TiempoSur, brindó su opinión respecto a la problemática planteada. “Lo que me parece injusto, o que al menos merece una revisión, es que cuando el transporte de pasajeros o de carga que va a Tierra del Fuego necesita y usa sus rutas, en este caso su barcaza, pagamos costos carísimos y con sus exigencias, mientras ellos usan nuestras rutas como quieren”, expuso y continuó: “Respetan las rutas en su país, los límites, y acá Gendarmería Nacional no los controla porque dicen que ellos respetan y viajan a 100, pero no. La única realidad es que andan más pesados de lo que corresponde y destruyen la ruta porque van por arriba de los límites de velocidad. Actualmente, no hay nada que nos permita tomar medidas contra esto”. 

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Otras de las diferencias que resalta en el trato, es que “son muy jodidos en tema frontera, a nosotros, en los transportes, nos revisan todo, algo que está bien, pero al revés no pasa lo mismo, entiendo que tiene que ver con los controles y las medidas que tienen que tomar nuestros gobiernos para atender el cuidado de nuestras rutas”. Mencionó, además, la necesidad de instalar una balanza de control en Ruta 40 y puntualizó que los controles de velocidad serían un primer paso.