Sebastián Georgion: “Nos parece importante el trabajo integrado”

La provincia de Santa Cruz forma parte, desde hace varios años, de una iniciativa integral y colaborativa que tiene como objetivo el monitoreo de microplásticos en cuerpos y cursos de agua dulce en marcha, en la República Argentina, denominado MappA (Monitoreo y Análisis de la Contaminación Plástica en Ambientes Acuáticos) y que busca implementar una metodología estandarizada para comprender de manera integral la presencia, características y distribución de estas partículas en aguas superficiales continentales del país.

Actualmente abarca 117 sitios de estudio diversos, cubriendo la mayoría de las principales cuencas hidrográficas. En Santa Cruz, las aguas priorizadas en la provincia, en este primer estudio, consisten en las procedentes de los lagos Argentino y Viedma, así como de los ríos Santa Cruz y Gallegos.

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Sebastián Georgion, secretario de estado de ambiente de la provincia, habló con TiempoSur y comentó que desde la anterior gestión se dispuso como coordinador al especialista Boris Diaz, integrante del INTA en nuestra provincia y referente en la materia, aunque la cartera ambiental aporta profesionales además de cuestiones logísticas, ya que según expresó el propio funcionario “es importante trabajar de manera integrada con otras instituciones”.

Según dejaron trascender desde el gobierno de la provincia “este proyecto busca llenar un vacío de conocimiento crítico, no solo para la investigación de microplásticos en ambientes de agua dulce, sino también para el Sur Global, ofreciendo información sobre el alcance de la contaminación de éstos y sus posibles implicaciones para los ecosistemas acuáticos y las sociedades con las cuales se vinculan”.

Por este motivo, “la relevancia social de esta investigación radica en la creación de una red interdisciplinaria y colaborativa de investigadores, con el potencial de informar políticas, impulsar esfuerzos de conservación y aumentar la conciencia pública sobre estos contaminantes emergentes”, explicaron.

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Por último, señalaron que estos estudios “proporcionan a las comunidades locales, los formuladores de políticas y los gobiernos, información esencial para desarrollar intervenciones específicas, no solo en fuentes de consumo humano sino también para la producción animal”.