Santa Cruz

Un área de culto para ayuda social

El Pastor Segundo Gamín, de la Iglesia Bet El y presidente del Consejo Pastoral aclaró que no se trata “de recibir dinero del Estado”, sino canalizarlos directamente a los merenderos, hogares y bolsones de alimentos.

  • 24/07/2022 • 07:29
Iglesia Bet El.
Iglesia Bet El.

El pedido surgió durante la pandemia, y todavía persiste: la creación de una secretario o ministerio de Culto para canalizar las solitudes de todos los cultos, y sobre todo de las cientos de iglesias evangélicas de Santa Cruz, que dieron el puntapié inicial para esta cartera estatal.

“Quedamos a la espera para trabajar en esta área en donde entran todos los cultos, pero iba a existir un área cristiana-evangélica de acuerdo al trabajo social que realizamos a nivel provincial”, recordó el Pastor Segundo Gamín, de la Iglesia Bet El y auditorio Bet El del barrio Bicentenario y presidente del Consejo Pastoral.

 

Al igual que la iglesia católica, los evangélicos realizaron asistencia social mediante la entrega de bolsones durante la pandemia hacia las familias que no pudieron seguir trabajando por restricciones que estableció la cuarentena, sobre todo durante 2020.

Pero esta ayuda continúa en la actualidad.

“Esta área, sería un reconocimiento, y así el gobierno sabría no sólo la cantidad de iglesias que trabajamos en lo social y espiritual; que somos 400 pastores sin incluir Testigos de Jehová y Mormones, sino que además se podrá canalizar la ayuda social”, precisó.

Pero el Pastor aclaró que no se trata “de recibir dinero del Estado”, sino canalizarlos directamente a los merenderos, hogares y entrega de bolsones de alimentos.

Por ejemplo -describió- la fundación de esta iglesia “Asher Aike” recibe donaciones de empresas “con lo que entregamos alimentos a familias que no tienen que comer”.

“Tenemos merenderos y también a través de la fundación, pero nunca les pedimos plata a las empresas porque les decimos que, si nos donan, que compren alimentos y nosotros lo retiramos y nos encargamos de repartirlo”, aclaró.

 

Durante la pandemia asistieron cerca de 1400 familias, que ahora bajó a 300 por el fin de las restricciones. Aun así, la crisis agravó la demanda.

“La crisis se nota realmente. De hecho, tuvimos que empezar a restringir la entrega y trabajar más fuerte en la necesidad más urgente”, precisó.

Mencionó que en el Club Bet El, asisten familias de distintos barrios. “Cerca de 100 chicos vienen al club y hemos entregado zapatillas y ropa, porque sus padres no les pueden comprar y esta necesidad es continua en los niños. Es terrible”, contó.

La asistencia también se advierte en la murga “Tabar ReTumba” de la iglesia Bet El, una de las más antiguas de la ciudad.  

“Los chicos trabajan para suplir sus necesidades porque los padres no pueden aportar para comprar instrumentos, y los chicos hacen ferias, lo que es una manera de ocupar y atender las necesidades también de las familias”, abundó. 

 

“Gente que está mal”

“Esperamos que no haya un estallido social”, dijo el Pastor e indicó que, si hay amenazas de saqueo de este tipo por las redes sociales, es porque “un poco muestra las necesidades propias de la gente”.

Se cree que en el sur mucha gente está muy bien, pero también hay mucha gente que está mal, no es como antes y como ciudad no estamos exentos a las problemáticas de hoy, que básicamente es comer, porque la gente pide un plato de comida”, alertó.  

Gamín opinó que, si bien los planes sociales ayudan, estos lo hacen por “algunos días, y después no hay nada”. “No hay tampoco fuentes de trabajo, porque creo que la mayoría de la gente no quiere planes sociales, pero el tema es que no hay trabajo digno”, vertió.