Un santacruceño en Países Bajos: "Me gusta enseñar lo que hago al resto del mundo"

Pablo Vázquez es santacruceño y hace ya unos años vive en Países Bajos. Una de sus grandes pasiones son los dibujos animados, el motivo por el cual se fue de Río Gallegos a Holanda. El creador de “Caminandes”, trabaja y vive en Europa y contó a TiempoSur las diferentes culturas y costumbres con nuestro país.

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Al respecto, sostuvo sobre su trabajo: “Es una excusa de poder enseñar al resto del mundo y a mis compañeros de trabajo, este tipo de producciones llevan un gran equipo de trabajo, yo traté de caer con la historia, los personajes y todo lo que venía desarrollando de chico acá en Río Gallegos”.

En otra línea, Pablo contó cómo es vivir en Países Bajos: “En Holanda es mejor ir con trabajo, es muy caro vivir allá. Si vas a trabajar en un restaurante o hospitalidad hay mucho trabajo, pero es un país caro para vivir”.

“Es muy común compartir casa, uno se tiene que acostumbrar a compartir al principio”, relató su experiencia en este otro país que tiene otras costumbres diferentes a las de Argentina.

Luego, se refirió al motivo por el que se fue de nuestro país: “Me fui allá por un proyecto, decidí mudarme, con el tiempo me fui acostumbrando. El juntarse y tomar unos mates uno lo extraña, vengo a Santa Cruz a pasarla con amigos y familia porque se extraña”.

“Lo que me encanta de Santa Cruz es viajar, ir parando en distintos lugares. En Europa no es común, no mucha gente tiene auto, el transporte público funciona muy bien, allá todo el mundo se maneja en bici, no está la costumbre de agarrar el auto para ir a algún lugar. Yo llego a Santa Cruz y me voy a la ruta”, recalcó.

En lo que se refiere a la salud en Países Bajos, el santacruceño comentó “la obra social o seguro de salud es obligatorio, no podes no tener, no es gratuito. Son 130 euros, es muy barato. Yo lo he tenido que utilizar hace varios años, es muy barato pero no es gratuito”.

Sobre el Mundial de Qatar contó “tuve la suerte de ver este mundial en Argentina, pero me tocó ver varios mundiales allá. Cuando Holanda llegó a la final con España el país entero estaba naranja. Las calles, la comida, todo naranja. Holanda le pone muchas ganas al fútbol”.

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Por último, contó qué se lleva para Holanda este lunes en su regreso “no pueden faltar los alfajores. Allá no existen, tienen unas galletitas que están buenas pero no le llegan ni a los talones al alfajor”.